Cuando llega el otoño, los días comienzan a acortarse, el calor se va reduciendo y toca ir guardando la ropa de verano para sacar las mangas largas. Es la época en la que terminan las vacaciones y se vuelve a la rutina del día a día: el trabajo, el cole de los peques, los quehaceres de la casa… Parece que con la caída de las hojas se acaba lo bueno. Sin embargo, no es así; el otoño es una temporada estupenda para viajar y Córdoba es un destino inmejorable.
Cuando el calor comienza a dar un respiro y si despide hasta el próximo verano, las calles de Córdoba se pueblan de gente venida de todas partes del mundo para conocer a una de las ciudades más antiguas de España. ¿Por qué venir a Córdoba en otoño? Os damos unas cuantas claves.
1. Temperatura.
Todos los veranos, Córdoba aparece en más de una ocasión como la ciudad en la que más calor hace de toda España. Aun así, no faltan atractivos para venir a nuestra tierra. En otoño todo se atempera y el mercurio vuelve a niveles normales. El otoño cordobés es suave y con pocas lluvias por lo que venir a nuestra ciudad es una elección inmejorable. El clima permite pasear por las calles, perderse en la judería, visitar yacimientos arqueológicos, acceder a los monumentos o sentarse a disfrutar de la gastronomía a cualquier hora del día o de la noche.
2. Retornos.
Tras el parón estival, algunos clásicos cordobeses vuelven con las pilas cargadas. Me estoy refiriendo en esta ocasión a los patios. Los dueños de los patios vuelven a abrirnos las puertas de sus casas para mostrarnos su tradicional modo de vida y su amor por las flores. Una vez superado el calor, los geranios y las gitanillas vuelven a teñirse de colores y en los arriates encontraremos flores de temporada como los alhelíes o los pensamientos.
3. Las plazas.
Pasear por la ciudad en otoño es disfrutar de todos y cada uno de los rincones en un paseo inolvidable; es descubrir grandes plazas como la del Potro o la Corredera; medianas como Jerónimo Páez o Abades; y pequeñas como las de los alrededores de San Miguel o San Nicolás. En todas ellas, además de Historia, encontrarán instantáneas eternas y cordobeses dispuestos a resolverles todas sus dudas, o rincones en los que sentarse a tomar un café a media tarde durante un alto en el camino. Una de las plazas que he citado ha sido escogida, mediante votaciones a través de internet, como la más bella de España. ¿Cuál? Busquen y juzguen por ustedes mismos.
4. San Rafael.
Aunque el periodo con mayor número de eventos en Córdoba es la primavera, en otoño contamos con la fiesta de nuestro muy querido Arcángel Custodio, San Rafael, el 24 de octubre. Un día que es fiesta local en la ciudad y en el que el turista puede preguntarse ¿dónde están los cordobeses?… ¿Qué dónde estamos? Pues celebrando el santo de nuestros padres, abuelos, tíos, tías, hermanos y hermanas comiéndonos un arroz en el campo.
5. La afluencia de público.
Aunque en Córdoba hay turismo prácticamente todo el año, el otoño es una buena época para visitarnos porque la ciudad no está colapsada. Si usted es de ese tipo de personas que no aguantan las colas para entrar en los monumentos, los meses de octubre y noviembre son ideales para venir.
6. Los precios.
Otoño es temporada media en Córdoba. Esto significa que hoteles y hostales tienen precios que animan al visitante a pasar varios días en la ciudad; un extraordinario aliciente para todo tipo de bolsillos.
7. Los puentes festivos.
Pese a lo que algunos piensan, Córdoba es mucho más que la Mezquita-Catedral y su entorno; su casco histórico -uno de los más grandes de Europa declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- necesita de, al menos, tres días para conocerlo en profundidad. Por esta razón, los puentes festivos nacionales de los que disfrutamos en otoño -Todos los Santos en noviembre y Constitución-Inmaculada en diciembre- suponen un momento ideal para conocernos.
8. Patrimonio de la Humanidad.
En argot futbolero un “hat-trick” es cuando un futbolista mete tres goles en un mismo partido. Pues bien, los cordobeses tenemos nuestro “hat-trick” particular en la Unesco: tres declaraciones de Patrimonio de la Humanidad diferentes: la Mezquita-Catedral, el casco histórico y el festival de los patios cordobeses. Y vamos por el camino del “póker”, ya que la ciudad palatina de Medina Azahara se postula para otra nominación [Actualización importante: Medina Azahara ya es Patrimonio de la Humanidad desde 2018]. Si este punto no supone por sí mismo una razón más por la que visitar Córdoba, no sé qué más añadir…
9. Historia bimilenaria.
En esta ocasión no nos importa que la fundación de Corduva fuera en 169 o en 152 antes de Cristo, lo importante es que Córdoba es una ciudad de más de 2.000 años de antigüedad; y esto, se nota. Una ciudad acostumbrada a ser espejo en el que se han mirado otras muchas tanto durante el periodo romano como bajo el dominio musulmán. Una ciudad de pensadores, políticos, científicos, literatos y filósofos. 2.000 años dan para mucho.
10. Monumentos.
Citar en un solo punto todos los monumentos con los que cuenta Córdoba se hace harto difícil por lo que voy a hacer una selección. El que no se pueden perder es la Mezquita-Catedral, nuestra gran joya. En los alrededores, esperan el Alcázar de los Reyes Cristianos, los baños del Alcázar Califal, la sinagoga o la capilla de San Bartolomé. El entorno monumental del río Guadalquivir está a un paso. Y si nos vamos alejando, las iglesias fernandinas, las plazas o el palacio de Viana nos deparan extraordinarias sorpresas.
No lo duden Córdoba en otoño tiene todo lo que se puede pedir a una ciudad: clima, Patrimonio, Historia y gentes extraordinarias. Les esperamos con los brazos abiertos.
Y no se nombran los Museos que son muy interesantes sobre todo el de Julio Romero de Torres
Totalmente preciosa…
Guauuu,vaya foto
Fotazo,como Córdoba no hay na!
Quien pudiera
Álvaro Torres Arija
¡¡ Ay Córdoba, cuánto te echo de menos !!!
es muy hermoso
Cordoba de mi alma que bonia eres!
Añadimos que en estos tiempos de pandemia hay mucha tranquilidad y seguridad en Córdoba, seguimos todos los protocolos, ven a visitarnos!