Tal día como hoy, 27 de marzo, pero del año 1981 el palacio de Viana era declarado Monumento Histórico Artístico Nacional (hoy, B.I.C.). En aquella época, ya se había firmado el acuerdo de venta entre la última marquesa de Viana que lo habitó y la Caja Provincial de Ahorros, que lo gestionaría a partir de entonces. Pero sus puertas aún no estaban abiertas al público. Esto ocurriría unos meses más tarde, el 31 de octubre de ese mismo año. Será entonces cuando los cordobeses puedan entrar en palacio y descubrir qué ocultaban sus muros. No es esto una cuestión menor: durante 5 siglos, Córdoba, y en especial el barrio de Santa Marina, habían convivido con palacio, sin conocerlo realmente. Sólo era posible una fugaz mirada al patio de Recibo, cuando los marqueses o sus invitados entraban o salían de palacio. Algo más mostraba el Patio de la Cancela y aún más el de las Rejas: una suerte de mirador que permite contemplarlo desde la calle, concebido -precisamente- con este fin.
Su declaración como monumento vino a reconocer la importancia histórica del inmueble y sus colecciones, cuyas raíces están el siglo XV. Es en esta época cuando se establece la casa solariega de los Villaseca. Era entonces una casona de tres patios, apenas dotada de comodidades y cerrada al exterior. A partir del siglo XVI, se amplía con la caballeriza y se reforma para hacerla más confortable. Más tarde, nuevos espacios se irán añadiendo, ampliando el espacio disponible. Algunos tan curiosos como la Casa de la Pantuezuela de 3 caños. Era esta una casa de alquiler -patio de vecinos-, la más antigua de Córdoba, pues está documentada su existencia en el siglo XIV, anterior al propio palacio.
Así, siglo a siglo la Casa de don Gome, como siempre se la conoció en Córdoba, va creciendo hasta llegar a sus dimensiones actuales, que incluyen 12 patios y un jardín. Cada uno de ellos tiene su propio carácter y es distinto de los demás, conformando una auténtica historia de los patios nobles, que podemos ir descubriendo a medida que paseamos y nos sumergimos en los diferentes ambientes, donde el paisajismo y la arquitectura se equilibran para dotarlos de belleza.
La historia prosigue en el interior. Su configuración se debe, en gran medida, a la familia Saavedra, marqueses de Viana. A ellos se deben algunas de las principales colecciones que hoy se exhiben en palacio. Y es su historia la que vemos en las estancias, ya que el palacio se muestra prácticamente igual que cuando lo habitaban los Saavedra. Es, por tanto, un palacio vivido, que parece congelado en el tiempo esperando la llegada de la familia, acompañada, tal vez, con los reyes Alfonso XIII y María Cristina, grandes amigos del II marqués.
Para ello, la declaración de monumento fue fundamental: quedó bajo la protección máxima de la legislación española, garantizando su futuro para que hoy, cordobeses y visitantes, podamos disfrutarlo. Así pues, estos 35 años que son el final de nuestra historia no son sino el principio de una nueva etapa que esperamos dure muchos, muchos años más.
Si quiere conocer mucho más sobre su historia y ver in situ este monumento único, realice con nosotros una completa visita guiada de los Patios de Viana [pinche aquí para más información].
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Historiadora del arte e Intérprete del Patrimonio
Me encanta el palacio de viana
Lindo!!!!!
Gracias por compartir! 🙂
El sábado pasado estuvimos allí familia de Málaga y les encanto.
Es precioso. Me encantó.
El palacio de Viana e el unico que posee todos los muebles originales