El Valle de los Pedroches es una comarca cordobesa en el extremo más septentrional de Andalucía. Limita este valle con la provincia de Badajoz en su lado occidental, con la de Ciudad Real en toda su franja norte y una pequeña zona con la de Jaén en su punto más oriental. Desde fechas muy tempranas, esta zona ha sido conocida por su riqueza natural; no obstante, los musulmanes llamaban a la comarca Fahs al Ballut (el Valle de las Bellotas), que integraba también parte de las actuales provincias de Badajoz y Ciudad Real.
En 1991 se firmó un acuerdo entre ganaderos e industriales de la zona, para que los productos elaborados de cerdo ibérico en la comarca de Los Pedroches fueran amparados por una denominación de origen. Una comisión encargada de la elaboración del Reglamento tardó varios años en gestionarlo. En 2006 se creó la Denominación de Origen Valle de los Pedroches para el cerdo ibérico. Se cree que nuestros cerdos ibéricos fueron introducidos originalmente en España por los fenicios, como cerdos normales. El cruce de estos con los jabalíes que poblaban los bosques peninsulares dio lugar a las diferentes razas autóctonas que se conocen colectivamente con el calificativo de cerdo ibérico. Dependiendo de la alimentación de estos cerdos, el jamón adquiere características diferentes uno de otro, destacando las tres grandes variedades que conocemos como: Bellota, Recebo y Cebo.
La D.O. Valle de los Pedroches se ubica en uno de los mayores encinares de Europa constituida por las dehesas de encinas, alcornoques y quejigos. En total unos 32 municipios, y en concreto las zonas ubicadas a más de 300 m. de altura, para conseguir el clima y condiciones óptimas. Curiosamente, un ecosistema que habría desaparecido si no fuera por la actividad ganadera extensiva que en ella se lleva a cabo, y de un modo muy especial a la cría y el engorde del cerdo ibérico. En definitiva el escenario ideal para que este animal viva en libertad y produzca calmada y suavemente la materia prima que da lugar a una de las mayores joyas gastronómicas que se conocen: El Jamón Ibérico. En noviembre de 2002, la UNESCO declaró Reserva de la Biosfera las Dehesas de Sierra Morena que, con sus 424.000 hectáreas, se convirtió en una de las mayores superficies protegidas del planeta.
Cada año, en otoño, este bosque mediterráneo de encinas, alcornoques y quejigos, aporta al cerdo ibérico su principal sustento, bellotas en abundancia y pastos. Es la fase conocida como montanera, responsable de la calidad de los productos gastronómicos que se van a obtener. En este ambiente ecológico, se respetan y aprovechan los recursos del medio ambiente de una forma sostenible, siendo compatible su explotación con la conservación de estos parajes únicos.
El Jamón Ibérico Puro de Bellota es un producto gastronómico que cuida la salud de quien tiene el placer de poder disfrutarlo. Gracias a la alimentación con bellota, la grasa del Cerdo Ibérico Puro presenta un alto índice de ácidos grasos mono insaturados, destacando la presencia del ácido oleico y en un muy bajo porcentaje el de las grasas saturadas. El jamón de bellota es el obtenido de cerdos ibéricos cuyo engorde se realiza exclusivamente a base de bellotas y hierba de las dehesas. Este es el de mayor calidad y por lo tanto el más preciado por los consumidores.
El jamón ibérico de recebo, se obtiene de cerdos ibéricos cuya alimentación se basa en bellotas y hierba de las dehesas, complementado con piensos naturales elaborados a base de cereales y leguminosas.
El jamón de cebo, también llamado ibérico de campo proviene de cerdos ibéricos que además de alimentarse con los productos naturales de las dehesas, basan la mayor parte de su engorde en piensos naturales de cereales y leguminosas.
Cuando piense en saborear un buen jamón, no dude en pedir un D.O. Valle de los Pedroches, su cuerpo se lo agradecerá con beneficios para su salud.
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Historiador, Arqueólogo e Intérprete del Patrimonio
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