El pasado mes de febrero conocimos una buena noticia para el patrimonio de Córdoba: el Silo de Córdoba quedó inscrito como Bien de Interés Cultural. De esta manera, el histórico edificio tiene garantizada la protección.
¿Qué es un BIC? Conocido por sus siglas, Bien de Interés Cultural es una figura de protección, la máxima que la ley española contempla para el patrimonio español. Esta definición comprende diversas tipologías: monumentos, jardines, conjuntos históricos, sitios históricos, zonas arqueológicas, lugares de interés etnológico, bienes muebles, patrimonio etnográfico y patrimonio documental y bibliográfico.
La inclusión de un bien en el Catálogo de Patrimonio bajo la figura de Bien de Interés Cultural conlleva la protección del mismo y de su entorno desde el mismo momento en que se incoa el expediente hasta que finalmente este se resuelve de modo favorable. La protección inicial del bien es importante, ya que este trámite puede llegar a demorarse décadas. En este sentido, los Molinos del Guadalquivir tardaron más de 20 años en ser declarados: desde 1985 hasta 2009.
En el caso del Silo, el proceso no se ha prolongado tanto, ya que el procedimiento comenzó en 2013.
El Silo es uno de los elementos más reconocibles del paisaje urbano de Córdoba. Sus 48 metros hacen que sea el edificio más alto de la ciudad, si bien no la construcción más alta, honor le corresponde a la torre de la Mezquita-Catedral, con 54 metros.
Comienza a construirse en 1943 para el almacenamiento de grano, integrado dentro de una red que abarcaba toda España y que fue la concreción del Decreto-Ley de Ordenación Triguera, de 1937, por el que se creaba el Servicio Nacional del Trigo. Esta medida pretendía paliar uno de los problemas más acuciantes de la España del momento, el hambre. Con medidas de control de precios por parte del Estado franquista, se quería garantizar a toda la población el suministro de cereales, especialmente de trigo, por ser básico para la elaboración de un alimento de primera necesidad: el pan.
Los silos construidos en estos años tienen una misma tipología, si bien el de Córdoba, por el uso del ladrillo, lo acerca más a la estética neomudéjar.
Dotado con la más moderna maquinaria, el proyecto fue obra de Carlos Ynzenga Caramanzana, ingeniero agrónomo impulsor de la Red Nacional, en colaboración con José Real Crespo, también ingeniero, e Ignacio Fiter Clavé, arquitecto.
Su inauguración oficial, en 1951, supone también la inauguración de la Red de Silos y Graneros. El de Córdoba tenía capacidad para el almacenaje de 15 toneladas métricas y en sus instalaciones llegaron a trabajar hasta 4.000 personas. Mantuvo su actividad durante 50 años, si bien el ritmo fue decreciendo paulatinamente.
El 2004 el edificio fue traspasado a la Junta de Andalucía. Desde entonces, la mayor parte está adscrito a la Consejería de Agricultura y Pesca; otra, a la Consejería de Hacienda y Administración Pública, para su uso como Archivo Central; finalmente, una tercera parte está adscrita a Cultura, consejería que lo utilizaba como almacén de piezas del Museo Arqueológico de Córdoba.
La declaración de BIC no sólo protege el bien, sino que reconoce los valores de un tipo de arquitectura creado para un fin: almacenar grano y garantizar su distribución, como medida para paliar un grave problema de la España de Postguerra: el hambre. Es, por tanto, testigo y elemento principal de una época histórica. Trascendido su función, hoy día este Bien de nuestro patrimonio industrial -muchas veces olvidado- es también un elemento cotidiano, cercano, del perfil urbano de Córdoba.
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Historiadora del arte e Intérprete del Patrimonio
Las ventanas redondas q estan en lo mas alto de la torre, tienen unas formas de estrella,
pueden ser “Estrella de David”, o no tiene nada q ver.
Gracias un saludo
Me alegro mucho de que este edificio emblemático de Cordoba sea BIC, yo lo conozco bien y me parece una magnifica obra, un edificio imponente visible desde cualquier punto de la capital , que seguro que perdurara en el tiempo. En su momento fue un gran motor para la economía de muchas familias y un referente. Interiormente está bien conservado con su maquinaria de antaño, toberas, conductos de transporte de grano, etc. Es imponente por dentro y por fuera, escenario perfecto para rodar una peli de miedo,( yo lo he sentido estando dentro). Su estructura de hormigón es bestial, creo que soportaría todo ya que en su construcción seguro que no se escatimaba nada. Me alegro.