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El Tratado de Córdoba

El 28 de agosto de 1483, reunidos en el alcázar de Córdoba (hoy conocido como el Alcázar de los Reyes Cristianos) los Reyes Católicos y el emir de Granada, se firma el tratado de Córdoba, por el que Muhammad XII, llamado Boabdil por los cristianos, acepta ser vasallo y aliado de Castilla, pagando por ello un tributo anual de 12.000 doblas anuales.

Abû ʿAbd Al·lâh «az-Zughbî» Mohammed ben Abî al-Hasan ʿAlî, Muhammad XII, también llamado Boabdil el Chico, en un lienzo del siglo XV <br />

Abû ʿAbd Al·lâh «az-Zughbî» Mohammed ben Abî al-Hasan ʿAlî, Muhammad XII, también llamado Boabdil el Chico, en un lienzo del siglo XV
Autor: desconocido / Fuente: Wikipedia

Los Reyes estaban en Córdoba con motivo de la Guerra de Granada, iniciada el año anterior, y Boabdil era su prisionero.
El tratado fue el pago del emir por su libertad, pues había sido capturado en la batalla de Lucena. Boabdil, animado por la anterior victoria sobre el bando castellano en la defensa de la Axarquía el año anterior, emprendió el ataque a esta localidad. Al mando de 700 jinetes y 9.000 soldados, asaltó la fortaleza. Pero no tendría la misma suerte que su padre: el alcaide de Lucena logra resistir el asedio hasta la llegada del Conde de Cabra, que con sus tropas logra romper el cerco y plantar batalla a los musulmanes, quienes finalmente se baten en retirada. Así es como fue capturado Boabdil.

Castillo del Moral, escenario de la batalla de Lucena

Castillo del Moral, escenario de la batalla de Lucena
Fuente: Cordobapedia

Esta pequeña batalla, ocurrida en la primavera de 1483, tendrá un papel más importante de que lo pueda parecer, pues no sólo afecta a la guerra entre Castilla y Granada, sino a la guerra civil que mantenían Boabdil contra su padre Mulay Hacen y su tío, el hermano de éste, al-Zagal. Boabdil se había levantado en armas contra su padre para disputarle el trono de Granada y aprovechó la ausencia de éste -defendiendo la Axarquía del ataque castellano-, para alzarse con el trono de la Alhambra, pero lo perderá nuevamente al ser capturado en el transcurso de la batalla de Lucena. Liberado de su cautiverio, será repudiado por muchos de los granadinos que consideran humillantes las condiciones del tratado, pero su padre también tiene muchos detractores, por lo que se reanuda la guerra civil en el reino de Granada.
Según algunos autores, esto era precisamente lo que pretendía Fernando el Católico: fomentar estas luchas civiles que debilitarían al enemigo, dando ventaja al bando castellano para conquistar el último reino musulmán.

Como curiosidad sobre esta batalla, las armas y vestimentas de Boabdil fueron entregadas a los participantes en la defensa. Todos ellos de diferentes ramas de la familia Fernández de Córdoba. Fueron conservadas durante siglos por los herederos de aquellos, y estuvieron, por herencia, en el palacio de Viana. El archivo del palacio conserva imágenes donde se puede ver. La I marquesa de Viana donará las piezas a la Corona, y hoy se conservan en el Museo del Ejército, en el alcázar de Toledo:

Espada jineta de Boabdil

Espada jineta de Boabdil
Fuente / Autor: Museo del Ejército©

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