No hace falta ser aficionado al mundo del caballo; ni siquiera un entendido en el mundo ecuestre; ni tener conocimientos previos de la doma equina, para dedicarle unos minutos de su tiempo al espectáculo “Pasión y Duende del Caballo Andaluz” que presenta, en algo más de una hora, la Asociación Córdoba Ecuestre en las Caballerizas Reales de Córdoba. El Caballo Andaluz se pone a las órdenes de expertos jinetes que lo hacen elevarse y encabritarse ante los ojos atónitos de cientos de espectadores, alternando las patas, izquierda y derecha, como si de pasos de danza se tratara.
Al son de una música bien escogida para la ocasión, los números de baile armonizan a la perfección los ejercicios de los caballos, que se suceden ininterrumpidamente combinando las distintas disciplinas de doma. La equitación clásica, la vaquera, la garrocha, la amazona y el enganche; una perfecta miscelánea de elementos de gran tradición en nuestra ciudad. El movimiento de los caballos, perfectamente sincronizados, aporta al espectáculo una distinción de calidad que se remata con unas sevillanas que emparejan, al compás, los alegres movimientos de una joven y un caballo muy bien dirigido desde su montura y que nada deja envidiar a las parejas de una caseta de feria. Mientras la chica ajusta su ritmo al paso de las sevillanas, el jinete hace dibujar al caballo hermosos pasos de baile sobre la arena. Una escena de incalculable valor que cualquier visitante nunca debería perderse en sus paseos por Córdoba.
El Caballo Andaluz, el Pura Raza Español, es un animal sensible que entiende sobremanera lo que el jinete quiere transmitirle. Es por eso que el espectáculo incorpora la técnica de un jinete a pie, junto al caballo, cuya voz y movimientos de mano extraen del caballo las más increíbles ejecuciones coordinadas con la música que vibra en el ambiente. Las manos de los jinetes son manos capaces de templar y dominar el nervio de esta raza con la misma suavidad que saben llevar a la grupa una mujer ataviada con traje de gitana que anuncia aires de feria. Y es que la mujer cordobesa y una bella jaca componen una estampa de singular belleza.
Y aún algo más: la garrocha; la vara larga usada en el campo para el manejo de reses bravas que nos transporta al trabajo de los vaqueros. Movimientos a compás entre caballo y garrocha con giros inesperados en la arena. El dinamismo del campo, el dominio sobre las reses, las largas horas vigilantes desde su silla de montar… ¡Qué bello espectáculo! Y como colofón, el enganche. La magistral actuación de laureados cocheros ejecutando en pista rápidos giros y bruscas aceleraciones que dejan al público momentáneamente sin respiración. La maestría elevada a su máximo exponente.
No lo piensen más, preparen sus cámaras fotográficas, acomódense en la tribuna y déjense impresionar por la belleza y la magia de los caballos. El espectáculo “Pasión y Duende del Caballo Andaluz” le espera durante su visita a Córdoba. Un verdadero placer para toda la familia, en un ambiente tan extraordinario como las monumentales Caballerizas Reales de Córdoba.
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Historiador, Arqueólogo e Intérprete del Patrimonio
Preciosa fotografía
Ole. Ole y ole
Interesante!