Dentro de la destacada familia de arquitectos referencia de nuestro Renacimiento, sobresale especialmente Hernán Ruiz II, apodado por la historiografía tradicional “el Joven” para diferenciarlo de su padre y maestro en el arte de la Arquitectura. La relevancia de su obra no radica exclusivamente en el ingente legado artístico desarrollado sino, sobre todo, en su profundo estudio y conocimiento de los cánones clásicos a través de su formación primero con arquitectos de la talla de Diego de Siloé o su propio padre, y de los tratadistas después como Vitrubio, Serlio o Alberti. El resultado de su dilatado y fecundo trabajo eleva su figura al nivel de los mayores maestros renacentistas italianos y europeos.
Nacido en Córdoba según unos en torno a 1500, según otros en 1514, pronto aprendió los secretos de la cantería junto a su padre, viajando probablemente a Granada para completar su formación junto a Diego de Siloé, maestro mayor de las obras de aquella catedral y a quien había conocido en los trabajos del Convento de Madre de Dios en Baena hacia 1532. De esta forma “el Joven” recibía de primera mano los influjos de la nueva arquitectura que triunfaba en Europa, desarrollando la mayor parte de sus primeros trabajos en Córdoba, como la portada del Palacio de los Páez de Castillejo, en 1540 o la portada de la Iglesia de San Pedro, en 1542, a la vez que reforma la Capilla del Bautismo en la de San Nicolás, el Puente Romano y las torres de las parroquias de Pedroche y San Lorenzo.
Sucede a su padre, muerto en 1547, como maestro mayor de las obras de la Mezquita-Catedral, primero de los grandes cargos oficiales que como maestro arquitecto llegó a desempeñar. Es durante esta época cuando su ambición artística le lleva a profundizar en los secretos de la arquitectura clásica a través de los grandes tratadistas, viajando a Sevilla donde recibirá importantes encargos que compagina con los de su ciudad natal. Será en la capital hispalense, hacia 1560, donde plasmará sus conocimientos en el Manuscrito de Arquitectura, tratado formulado para la práctica de este arte donde podemos disfrutar de su maestría en el dibujo y en la concepción de sus trabajos.
A la muerte en 1557 del maestro Martín de Gainza es nombrado arquitecto de la Catedral sevillana, actuando en su Capilla Real, Sala Capitular, Patio del Cabildo y también reconstruyendo su alminar almohade en la afamada Giralda, amplio repertorio en el que aparece su interpretación de los elementos más clásicos derivando hacia un innovador estilo manierista. Prácticamente a la vez es nombrado también maestro mayor de las obras del Hospital de las Cinco Llagas, actual Palacio de San Telmo, donde plantea por ejemplo una iglesia exenta que rompe con el modelo empleado desde el reinado de los Reyes Católicos. Acometerá asimismo las obras de la Casa Consistorial como maestro mayor también del cabildo municipal.
Arduo trabajador y viajero, Hernán Ruiz II continúa su labor en la Capilla Mayor y en la Puerta de Santa Catalina de la Catedral cordobesa, acometiendo otras obras clave como el Palacio de los Villalones o la iglesia parroquial de Hinojosa del Duque. A él se debe también la Parroquia de la Asunción en Bujalance o el puente de Puente Genil. Llama enormemente la atención lo prolífica que fue su obra, repartida por distintas provincias como la gaditana, con la Colegiata de San Salvador o la iglesia de San Juan de los Caballeros en Jerez; en Aroche, Huelva, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción o la de Santa María de la Asunción en Aracena, entre otras. Todo un monumental legado que nos dejó una de las figuras clave del Renacimiento español, arquitecto cordobés que trabajó sin descanso hasta su muerte en 1569.
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Quien fue el arquitecto del castillo de Mudejar capilla del monte..?
El hospital de las cinco llagas no es el mismo que San Telmo, hay un error