Una de las afirmaciones más generalizadas sobre la arquitectura doméstica islámica es que las casas se organizan en torno a patios. Esta frase tan sencilla está llena de matices e interpretaciones.
La organización de las viviendas alrededor de un patio o espacio abierto es algo que va mucho más allá de la arquitectura islámica; es una respuesta común a un clima común: el clima mediterráneo: muchos días de sol al año, buenas temperaturas y pocas lluvias que favorecen tener un lugar en el hogar que te aporta luz, ventilación y una zona de esparcimiento natural. Mientras que en el mundo grecorromano el patio es un elemento de ostentación y busca ser visto por todos los visitantes de la casa; en el caso islámico, es un espacio interior, de uso y disfrute casi exclusivo de los miembros de la familia. De este modo, y siempre en líneas generales, el patio andalusí prescinde en cierto modo del boato del romano convirtiéndose en una zona en la que lo funcional prima sobre el artificio y la decoración.
El modelo de patio más sencillo y estandarizado en Medina Azahara es el de un espacio de tendencia cuadrangular, con un andén perimetral, solado de piedra (arenisca o caliza violeta), con un sistema de recogida de aguas al centro. Este tipo de arquitectura la encontramos tanto en las zonas oficiales como en espacios de servicio. Sin embargo, en el sector privado del Alcázar se erigió una vivienda con una estructura completamente distinta: la “Casa de la Alberca”. En esta ocasión dos jardines rehundidos y una alberca sustituyen al típico espacio central enlosado. A los andenes perimetrales se une uno central que marca el eje axial de la estructura. Para completar el efecto, dos fachadas simétricas con un triple arco ricamente decorado se abren al espacio abierto. Las características arquitectónicas y decorativas tan excepcionales lleva a los especialistas a considerar que ésta fue la casa de Al Hakam II. En su momento de apogeo, la alberca, repleta de agua funcionaría a modo de espejo de la opulenta fachada y de los frondosos jardines.
El modelo arquitectónico de la “Casa de la Alberca” supuso una auténtica novedad para el momento en cuanto a la organización de una vivienda. No debemos olvidar nunca, que la Córdoba de mediados del siglo X fue el punto de encuentro de pensadores, arquitectos y artistas de cualquier índole y de cualquier parte del mundo conocido; era el lugar donde se creaban las tendencias. No nos resulta extraño, pues, encontrar innovaciones en este ámbito. Apenas volvemos a encontrar este modelo de patio hasta más de 200 años después, en época almohade y nazarí.
De hecho, se convierte en uno de los esquemas más comunes en viviendas y edificios palaciegos del XIII y, sobre todo, durante el periodo de esplendor de la Granada musulmana. ¿Cómo reaparece una arquitectura “olvidada” dos siglos después?
Quizás los grupos almohades que llevaron a cabo el saqueo y la última destrucción de Medina Azahara descubrieron la “Casa de la Alberca” y comenzaron a imitar la estructura en sus palacios y edificios políticos. Tras desaparecer, los líderes nazaríes asociaron los patios con jardín y alberca con la imagen del poder y comenzaron a utilizarlos en sus propios edificios… Aunque no está confirmada, esta podría ser una muy verosímil explicación a la estandarización del modelo en los siglos XIII al XV en lugares como Sevilla, Murcia y, sobre todo, la Alhambra.
Dicho lo dicho, ahora cobra sentido el título de esta entrada de nuestro blog. En Medina Azahara, en la llamada “Casa de la Alberca”, podemos encontrar al antepasado arquitectónico más antiguo de los rincones más conocidos y famosos de la Alhambra de Granada.
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Historiadora, Arqueóloga e Intérprete de Patrimonio
Muy interesante!!!
Mauro Staltari