Como ya sabemos, Córdoba fue una de las grandes capitales hispanas durante época romana. Una ciudad fundada en el siglo II a.C. y que tuvo su mayor momento de esplendor en los siglos I y II d.C. Durante estos momentos la ciudad creció, se enriqueció y sus élites quisieron plasmarlo en un precioso proceso de monumentalización en el que el espejo en el que mirarse fue la propia Roma: templos, edificios de espectáculos, plazas, zonas de ocio… En cualquier caso, esas grandes élites cordobesas invirtieron fortunas en sus propias viviendas: casas, dentro o fuera de las murallas, en las que plasmaban de forma gráfica su poderío a través de su arquitectura, mosaicos, decoración etc…
En la actualidad no podemos visitar ninguna domus cordobesa y esa es la razón por la que hoy quiero acercaros a esta realidad con una pequeña selección.
Fuera de las murallas, en el suburbium occidental, cerca del anfiteatro, a mediados del siglo I d.C., se construyó una gran casa. El edificio se encontró al realizar una serie de intervenciones en el conocido como “Parque Infantil de Tráfico” de la avenida de la Victoria. Sólo se pudo documentar una parte de la vivienda, pero fue suficiente para identificar el peristilo (patio principal) alrededor del cual se abrían una serie de habitaciones y pasillos. Sin lugar a dudas, el aspecto más reseñable conservado de esta casa son sus pavimentos de mármol y mosaico y las pinturas de sus paredes. Entre estas últimas destaca la presencia de un sátiro, razón por la cual la casa es conocida como la “domus del Sátiro”.
En el Hotel Palacio del Bailío, antigua casa de los Fernández de Córdoba, se documentaron en la década de los ’50 los restos de una importante casa de época romana. Con la adaptación de esta vivienda señorial a hotel se decidió integrar los restos. Aunque son accesibles para los huéspedes del hotel, pueden visualizarse a través de un suelo de metacrilato situado en el patio principal del edificio.
En esta ocasión estamos ante la casa romana más antigua documentada en nuestra ciudad, ya que su construcción se data a mediados o finales del siglo I a.C. Nos encontramos ante una casa de peristilo con un pasillo columnado que permite acceder a una serie de estancias con paredes de tapial y decoración pictórica en las mismas.
Al norte de la ciudad, a casi 700 metros de la puerta de Osario, en la calle Algarrobo y antigua “manzana de Banesto”, unas excavaciones arqueológicas sacaron a la luz (en 2003) parte de una suntuosa villa suburbana bajomperial de finales del III o inicios del siglo IV. Entre los hallazgos más reseñables destaca un precioso patio de planta cuadrada, en la que se inscribe un octógono, rodeado por un pórtico sostenido por cuatro columnas. En el centro del peristilo, una preciosa fuente pavimentada con mosaico de temática marina. La habitación principal de la casa, el triclinium, pavimentado con mármoles de colores, medía 80 metros cuadrados.
En muchas ocasiones, si bien no conservamos nada o casi nada de las casas, podemos saber de su existencia gracias a los hallazgos de mosaicos que, sin lugar a dudas, estaban vinculados a espacios domésticos. En este sentido, podríamos destacar el mosaico de Polifemo y Galatea, hallado en la plaza de la Corredera y conservado hoy en el Alcázar de los Reyes Cristianos; o el de las Cuatro Estaciones, aparecido en la plaza de la Compañía, actualmente en el Museo Arqueológico.
Con esta entrada del blog no era mi intención hacer un meticuloso estudio de la arquitectura doméstica en nuestra ciudad, sino dar a conocer algunos de los ejemplos más destacados de viviendas cordobesas en época romana.
[magicactionbox id=”11191036″]Historiadora, Arqueóloga e Intérprete de Patrimonio
hola, me llamo francisco, de cordoba, desearia saber las visitas free nocturnas para cuando se organizan y en que horario, para reservar para 4 personas, nos gusta la historia y cultura que tenemos en nuestra ciudad,y ser solidarios con nuestro patrimonio cultural