En pleno corazón del Parque Natural de las Sierras Subbéticas se encuentra el Monumento Natural de la Cueva de los Murciélagos. Según la normativa andaluza, los monumentos naturales son “espacios o elementos constituidos por formaciones de notoria singularidad, rareza o belleza, que merecen ser objeto de protección especial […]. Se pueden considerar monumentos naturales las formaciones geológicas, yacimientos paleontológicos y demás elementos que reúnan un interés especial por la singularidad o importancia de sus valores científicos, culturales o paisajísticos”.
Sin lugar a dudas, la Cueva de los Murciélagos es uno de los puntos más reconocidos y emblemáticos del PN de las Sierras Subbéticas. Su importancia radica en el incalculable valor de tipo natural, así como de carácter antropológico y arqueológico ya que estuvo poblada desde el Paleolítico Medio hasta, al menos, la Edad del Bronce.
La existencia de esta cueva se debe a las características geológicas del Parque Natural. La acción del agua sobre las rocas calizas del parque favorece la formación de paisajes kársticos de un gran valor científico. De hecho, los equipos de espeleología de la zona conocen cerca de doscientas cavidades a lo largo y ancho del parque.
La Cueva de los murciélagos se localiza a 4 kilómetros de la localidad de Zuheros, en un paraje de una belleza paisajística extraordinaria. Antes de acceder a la cueva es recomendable hacer una parada en el Ecomuseo, el centro de interpretación que nos permitirá un primer acercamiento a la historia de la cueva. Cuenta con una interesantísima exposición de piezas arqueológicas para conocer los diversos poblamientos que ha habido en el interior de la cueva. Evidentemente, podremos descubrir, mediante una serie de paneles las razones geológicas de la formación del lugar y las principales características de la misma. Por supuesto, un espacio destacado de la exposición son los murciélagos, los principales habitantes de la cueva.
La visita a la cueva de los murciélagos tiene dos vertientes diferentes y complementarias: arqueológica y geológica. Las ocupaciones más antiguas se pueden rastrear a hace unos 35.000 años. Para los periodos más antiguos se han documentado unas pinturas rupestres de carácter esquemático muy interesantes para los especialistas en la materia. Sin lugar a dudas, la ocupación más importante es la que se realiza durante el Neolítico. Las comunidades de hacia el 9000 a.C. organizaron el espacio en función de sus necesidades: zonas de hábitat con luz natural y fácil acceso como el “Vestíbulo de la Cueva Grande”; zonas de carácter religioso; zonas de almacenaje… Casi al fondo de la cueva se localizó un esqueleto de hace algo más de 7.000 años. El estudio de los útiles, huesos o cerámica encontrados en las diferentes excavaciones nos permiten tener una idea bastante clara de cómo vivirían las primeras comunidades humanas de la zona.
Desde un punto de vista geológico, nuestra cueva es una auténtica joya. El papel del agua en la piedra durante milenios nos oferta una variedad de espacios naturales sin parangón en la provincia de Córdoba. Si bien la “Sala de las Formaciones” y la del “Órgano”, con columnas y coladas son bonitas, el espacio más conocido del lugar es la “Sala del Espárrago” con una estalactita de unos 4 metros de altura.
Así que, como podéis ver, os ofrezco hoy una experiencia diferente; una forma de aunar naturaleza, geología, historia y arqueología. Llevad calzado cómodo (más de 700 escalones salvan unos desniveles de unos 50 metros) y ropa adecuada (en el interior las temperaturas son frías). Y para reponer fuerzas, sin lugar a dudas, Zuheros; uno de los pueblos más bonitos de toda la provincia de Córdoba.
[magicactionbox id=”11191036″]Historiadora, Arqueóloga e Intérprete de Patrimonio
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