El 30 de abril de 2014 por la mañana, a pocas horas de que comenzase el mes festivo cordobés por antonomasia, se inauguraba el Monumento a los Cuidadores de los Patios un sentido homenaje que la ciudad concedía a los verdaderos artífices de la Fiesta de los Patios, a quienes la hacen posible con su esfuerzo y dedicación durante todo el año.

La Fiesta de los Patios de Córdoba, independientemente de la importancia que haya supuesto la catalogación de “Patrimonio Inmaterial de la Humanidad” por parte de la UNESCO, o del apoyo de las instituciones públicas locales, es una fiesta de los ciudadanos y se realiza gracias a ellos. Son los propietarios los que abren las puertas de sus viviendas para que el disfrute de quienes visitan Córdoba en busca de nuevas sensaciones. Por ese motivo, entendemos que es de justicia que la ciudad les rinda un sentido y cariñoso homenaje. ¡Va por vosotros! ¡Gracias por todo!

Aunque la ubicación pensada por el artista no fuese la primera, el barrio del Alcázar Viejo, José Manuel Belmonte (1964) ha sabido readaptar el contenido para la situación actual, la Puerta del Rincón, junto al popular Barrio de Santa Marina. Belmonte es un reconocido escultor contemporáneo, famoso por ser el primer cordobés en exponer el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, entre otros logros.

Según comenta Belmonte, ha tratado de representar un patio cordobés en su esencia. Para ello ha elegido el bronce para representar a una joven mujer regando las macetas de su patio con una caña unida a una lata, método tradicional muy empleado en Córdoba desde antiguo; de este modo se podían regar las macetas más elevadas sin necesidad de escaleras ni otros artilugios más pesados.

La muchacha aparece un tanto desaguisada, de andar por casa, con una camiseta de tirantes y una falda rematada en brocados. Lleva el pelo recogido con un florido moño de azahar, que deja ver los pendientes de filigrana cordobesa en plata, que penden de sus orejas. La muchacha porta la caña con atención, pues se trata de una tarea que requiere concentración y atino. A sus pies hay un cubo, de éste saca el agua que alimentará a las plantas. Las macetas, numerosas y frondosas, pueblan buena parte de la fachada, creando el clima necesario.

El autor comentaba el día de la presentación de la obra que no está concluida, pues faltan aún dos figuras más por realizar, la de una niña y la de su abuelo. En conjunto, este grupo escultórico representará el presente (la muchacha que riega), el pasado (abuelo) y el futuro (la niña) de la tradición y, por tanto, de la fiesta.

Si desea conocer los Patios de Córdoba no dude en contratar alguna de nuestras visitas guiadas. Dedicaremos especial atención al Monumento a los Cuidadores de los Patios. Somos expertos en la interpretación del patrimonio histórico cordobés. Si ha elegido hacer turismo en Córdoba, elija una opción de calidad, elija ArtenCórdoba.

Texto: J.A.S.C.