Iglesia de San Lorenzo: El Edificio.

La Iglesia de San Lorenzo presenta una planta de tres naves paralelas, siendo la central más ancha y alta que las laterales. La cabecera está compuesta por tres ábsides, el central es poligonal y los laterales son rectangulares, manifestándose todos de igual forma al exterior, siendo reforzado el central por contrafuertes.

Las distintas naves se comunican entre sí por medio de cuatro arcos apuntados que descansan sobre pilares cruciformes, puesto que llevan adosados columnas con capitel ornamentado a base de motivos florales, así como pilastras lisas, de las que parten los arcos de medio punto que se desarrollan a lo largo del muro armado que sostiene la actual techumbre de madera. Sólo se conserva un capitel original, el ubicado a los pies de la nave del evangelio, sin embargo, es frecuente ver figuras de pequeños “hombrecillos” sustentando los nervios de las bóvedas, así como cabezas monstruosas.

El arco triunfal, que da acceso al Altar Mayor, presenta pilares cruciformes con codillos, y tienen una faja decorativa a manera de capitel. A continuación se halla el típico pilar acodillado, en tanto que los arcos de acceso a las capillas son soportados por columnas de acarreo con anillos.

Los tres ábsides de la Iglesia de San Lorenzo están cubiertos por bóvedas de crucería gótica, apareciendo el espinazo de influencia burgalesa en el ábside central y en el del lado del evangelio. Los nervios son sustituidos por un baquetón apuntado cruzándose en claves decoradas con motivos generalmente florales. Los empujes de las bóvedas son contrarrestados por contrafuertes en el exterior, lo cuales están rematados por un vierteaguas.

En contraste con el uso de la piedra en la cabecera, destaca el empleo de la madera en la cubrición de las naves, caso de la central, cubierta por una techumbre a par y nudillo, con tirantes pareados, y en las laterales, colgadizos, resultado de una de las últimas restauraciones.

En el exterior, destaca un pórtico del siglo XIV que se manifiesta mediante una triple arcada, que nos da paso a la portada que da acceso a los pies de la iglesia. Se trata de un vano apuntado, abocinado, cuyo intradós se haya decorado en zig-zag y baquetones moldurados, todo ello sustentado por columnillas decoradas con faja vegetal. Sobre la portada se encuentra el característico tejaroz sostenido por modillones de rollos. El rosetón, uno de los tres que se han conservado del medievo, está formado por un entramado de arcos apuntados sobre columnas de fuste liso. En el lado de la epístola se conserva otro rosetón, pero de menores dimensiones.

Las portadas laterales responden al mismo esquema, con un arco apuntado sobre jambas escalonadas y sin apenas decoración. Sobre ellas se alza un tejaroz sostenido por modillones de rollos decorados con cintas lisas.

De especial interés es la torre, obra Hernán Ruiz II el Joven que finalizara hacia 1555. Está compuesta por tres cuerpos, arrancando el primero de ellos desde el pórtico de acceso, a los pies del lado del evangelio. El segundo cuerpo comienza en una cornisa sostenida por ménsulas, a la que le sigue una pequeña balaustrada; de sección cuadrada, presenta dos vanos de medio punto en cada una de las caras, ubicándose allí las campanas. En este cuerpo destaca el empleo de capiteles jónicos sobre pilastras adosadas al muro, al contrario del tercer cuerpo, en el que se emplean capiteles de orden toscano. Este último cuerpo se presenta girado respecto al anterior, de manera que sus esquinas coinciden con el centro de los lados de este, otorgando al edificio de una singularidad y plasticidad de gran importancia. La torre es rematada por una linterna de sección circular, de la que parte una imagen de San Lorenzo.

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Texto: J.A.S.C.