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Plaza del Potro

Plaza del Potro de CórdobaLa antigua e histórica Plaza del Potro se encuentra a orillas del Río Guadalquivir, marcando el límite entre las collaciones medievales de Santa María y San Nicolás de la Axerquía. Partiendo desde la Mezquita-Catedral, tan sólo tenemos que “bajar” por la estrecha y sinuosa Calle del Cardenal González, hasta que llega un momento en que arribamos a gran espacio abierto, presidido por un Triunfo de San Rafael.

Según los estudiosos la Plaza del Potro debe su nombre a un antiguo mesón, de los varios que hubo, ya desaparecido. Ramírez de las Casas Deza argumenta que “en aquel sitio se vendían antiguamente los potros y las mulas“. Sin embargo, lo más lógico y admitido es que diera su nombre la fuente que la preside.

No se sabe si la Plaza del Potro de Córdoba debe su nombre a un antiguo mesón o a la fuente.

En un principio, la Plaza del Potro fue concebida como un espacio cuadrangular, totalmente cerrado, y no rectangular y abierto como lo es ahora. Estos cambios urbanísticos han ido respondiendo a diversas necesidades que la ciudad ha tenido que cubrir con el paso de los años. La primera gran reestructuración del espacio fue la creación del extinto Hospital de la Caridad de Ntro. Señor Jesucristo, que hoy alberga los Museos de Bellas Artes y Julio Romero de Torres. Años más tarde fue derribado el lateral que daba al río con el fin de facilitar la travesía a la ribera, allí se instaló el citado Triunfo de San Rafael, obra de Verdiguier, venido de la céntrica Plaza de San Hipólito. Algunos piensan que con este traslado se pretendió simular el cerramiento de la plaza.

Plaza del Potro, Córdoba

La fuente, auténtica protagonista de la plaza, data del reinado de Felipe II, y fue mandada a construir por el Corregidor Garcí Suárez de Carvajal, con el objetivo de mejorar el abastecimiento de agua de la zona. En origen estuvo emplazada donde hoy se encuentra el monumento a San Rafael, pero fue trasladada al otro extremo de la plaza hacia 1847.

De planta octogonal, presenta dos escalones hasta llegar al pilón, de aproximadamente un metro de altura. Una columna recortada en su fuste hace de basa de la taza, de la que parte una piña con cuatro cabecitas, que son los caños de donde sale expulsada el agua. Sobre ésta se halla el airoso potro rampante. El agua mana, como decimos, de las cuatro cabecillas que posee la piña, y ésta cae en la taza, en la que se abren otros cuatro orificios que dejan caer el agua en el pilón, produciendo un exquisito y refrescante efecto sonoro.

Miguel de Cervantes vivió en Córdoba una temporada y esta plaza aparece en Don Quijote de la Mancha.

Cabe destacar que, tanto la fuente de la Plaza del Potro como la desaparecida de la Plaza de la Corredera, se nutrían del agua extraída del Manantial de Maimón, situado a las afueras de la ciudad, antiguo acueducto romano de época del Emperador Augusto.

Placa conmemorativa a Miguel de Cervantes en la Plaza del Potro de Córdoba

Un azulejo instalado en la fachada del Museo de Bellas Artes en 1917 nos advierte que “El Príncipe de los Ingenios de España Miguel de Cervantes Saavedra, de abolengo cordobés, mencionó este lugar y barrio en la mejor novela del mundo. Varios cordobeses con amor de paisanos y con veneración de españoles dedican este humilde recuerdo al insuperable escritor“.

Lo cierto es que no sólo mencionó esta plaza en sus novelas “Don Quijote de la Mancha” o en “Rinconete y Cortadillo“, sino que vivió aquí. Además, su abuelo Juan de Cervantes, y sus bisabuelos, Rodrigo y Catalina, también eran de aquí.

Miguel de Cervantes nació en Alcalá de Henares en 1547, pero contando con sólo 4 años se muda con su familia a Valladolid. Su padre, Rodrigo de Cervantes, médico de profesión, pasa entonces por una fuerte crisis económica que le lleva a la cárcel por impago de deudas durante una temporada. Cuando sale de prisión, se lleva a su familia a Córdoba, estableciéndose en la Calle Sillerías, hoy Romero Barros, donde trabajaría de cirujano en el Hospital de la Caridad. En Córdoba reside hasta la muerte de sus abuelos en 1557, sin embargo, fueron constantes los viajes a nuestra ciudad, como es el caso de su retorno para estar presente en el funeral del dramaturgo Lope de Rueda, a quien tanto admiró durante su infancia.

Si se pregunta qué hacer en Córdoba, le recomendamos visitar la Plaza del Potro contratando una de nuestras visitas guiadas. Elija hacer turismo de calidad con personal cualificado, no lo dude, ArtenCórdoba es la mejor opción.

Texto: J.A.S.C.

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