En ocasiones, para llevar a cabo un estudio de alguna obra concreta, un periodo generalizado de la Historia del Arte, etc., es necesario recurrir a una gran variedad de referencias literarias que nos aporten datos concretos. Una fuente esencial para el estudio de las ciudades españolas es la literatura de viaje, libros que nos ofrecen una descripción de la ciudad del momento, comentándose también las impresiones del propio autor a su llegada a la misma, los edificios más significativos…Numerosos españoles se embarcaron en la aventura de recorrer el mayor número de ciudades posibles para recabar un gran volumen de información de las maravillas que se escondían en ellas. Todos ellos solían ser humanistas con una amplia formación teórica que les permitía identificar las obras y reconocer sus principales características para posteriormente dejar constancia de las mismas a través de la elaboración de una especie de inventario.
Uno de los viajeros más sobresaliente fue sin duda Antonio Ponz Piquer (1725-1792), que en su obra Viaje de España, o Cartas en que se da noticia de las cosas más apreciables y dignas de saberse, que hay en ella, plasma el recorrido que llevó a cabo por la Península Ibérica en el año 1783 por encargo de Pedro Rodríguez de Campomanes. En esta obra, como no podía ser de otra forma, Córdoba va a tener el lugar que le corresponde.
Su descripción de Córdoba se centra fundamentalmente en hacer alarde de la grandiosidad que otorgó a la ciudad la construcción de la insigne Catedral 287 años después de su conquista. Destaca, por ejemplo, los pleitos que supuso esta nueva edificación entre los vecinos. Comenta el proceso de erección y todas las obras que se encuentran en la misma, dando sumos detalles de sus ornatos y aportando su valoración personal. Por ejemplo, explica como los retablos de la Capilla del Sagrario no eran buenos, al igual que critica el deplorable estado que presentaba el exterior de los órganos.
Otro testimonio fundamental es la descripción que realiza del antiguo alminar de la Mezquita o torre de la Catedral ya que se detiene sumamente en esta obra, aportando nutridos datos formales que permiten recrear una imagen completa del mismo. Comenta que se trata de una obra que “más tiene de Romana que de Morisca” construida con materiales de gran riqueza y exquisitas proporciones.
En definitiva, a la hora de emprender el comentario acerca de la Catedral de Córdoba, realiza numerosas referencias a la Mezquita pero mezclado, en cierto modo, la realidad con una historia que parece desplegarse de la fantasía propia del viajero nacida de los textos contados y de las historias populares, de ahí que la información otorgada por Ponz necesite ser contrastada. A pesar de todo, Viaje de España es una fuente fundamental para conocer el estado de conservación que presentaban obras concretas en un determinado momento histórico y que, a su vez, nos permite indagar en el contexto cultural del momento de un territorio preciso, al tiempo que nos da cuenta de la impresión que sobre nuestra ciudad tenía la población del siglo XVIII.[magicactionbox id=”11191036″]
0 comentarios