En el centro de la Judería de Córdoba, en una antigua mansión del siglo XVI, se inauguró en 1954 el Museo Taurino de la ciudad. Cuando se pasa por la puerta de este museo, muchos turistas extranjeros preguntan si aún se celebran corridas de toros en Córdoba. La respuesta es sí.
La tauromaquia (del griego “ταῦρος” (taūros) toro, y “μάχομαι” (máchomai) luchar) se define como “el arte de lidiar toros”, y ha estado unida a Córdoba, al igual que a toda la Península Ibérica desde la Edad del Bronce hace algunos miles de años. Las corridas de toros, similares a como las conocemos hoy día, nacieron en la Castilla del siglo XII, aprovechando las ferias locales de cada población. En Córdoba, tal como explicaba en otra entrada de este blog, las corridas, desde la Edad Media, se celebraron en distintas zonas de la ciudad, siendo las más destacadas la Plaza de la Corredera, la de la Magdalena y el Campo de la Merced, aún antes de que se construyera la primera plaza de toros en Ronda de los Tejares en 1846.
A pesar de lo que puedan pensar algunos turistas, el número de corridas de toros se ha mantenido en España durante las últimas temporadas; tal como se desprende de la Estadística de Asuntos Taurinos publicada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Del total de festejos taurinos celebrados en 2018, unos 1.100 en toda España, 387 fueron corridas de toros, 155 de rejones; 220 novilladas con picadores, 209 festivales; 103 festejos mixtos, y el resto de festejos corresponden a corridas mixtas con rejones, becerradas, novilladas sin picadores y toreo cómico. A Córdoba correspondieron 4 corridas durante su Feria; 2 de toros, 1 de rejones y 1 de novillos homenaje a la mujer cordobesa. En Córdoba, aprovechando la Feria dedicada a Nuestra Señora de la Salud en la última semana de mayo, se celebran varias corridas de toros en la plaza llamada “El coso de los Califas”, inaugurada en mayo de 1965 y dedicada a los cinco grandes del toreo cordobés: Lagartijo, Guerrita, Machaquito, Manolete y El Cordobés. El título de “Califa del toreo” fue creado por el escritor zaragozano Mariano de Cavia quien llamó así a Rafael Molina “Lagartijo” a finales del siglo XIX. El nombramiento de los tres siguientes califas (Rafael Guerra “Guerrita”, Rafael González “Machaquito” y Manuel Rodríguez “Manolete”) surgió de la gente de la ciudad, ya que eran toreros muy admirados por el pueblo. En 2002, se le concedió este mismo galardón a Manuel Benítez “El Cordobés”.
Evidentemente no se puede estudiar la historia reciente de Córdoba sin incluir el mundo de los toros, ya que esta ciudad ha estado muy vinculada a la tauromaquia desde hace siglos, dando otros muchos y afamados toreros como José María Martorell, Manuel Cano “El Pireo”, José Dámaso “Pepete”, Manuel Fuentes “Bocanegra”, Juan Serrano “Finito de Córdoba”, Manuel de la Haba “Zurito”, Rafael Gago, o José Flores González “Camará”. A algunos de ellos se les ha dedicado calle en su Córdoba natal.
No podría concluir esta entrada al blog sin citar al gran filósofo español José Ortega y Gasset, que explicaba que era impensable estudiar la historia de España sin considerar las corridas de los toros. Y en Córdoba seguimos haciéndolo.
[magicactionbox id=”11191036″]Historiador, Arqueólogo e Intérprete del Patrimonio
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