Continuamos -y concluimos- esta semana con la visita al nuevo Centro de Recepción de Visitantes. Una vez comentado el aspecto exterior y usos que se le ha dado al edificio, queda lo más interesante: la exposición de su interior.
Posiblemente, este es el lado más desconocido del edificio. Desde la planta baja, dejando de lado el mostrador de información, tenemos el acceso a la planta sótano, que nos recibe con una recreación a gran tamaño de Colonia Patricia Corduba, es decir, de la Córdoba romana. En ella podemos contemplar cual sería el aspecto de la ciudad a finales del siglo I d.C. aproximadamente, cuando la ampliación hacia el sur de la ciudad y la monumentalización estuvieron completadas. Así, se representan en ella sus edificios más representativos, como el Conjunto de Culto imperial, con el circo y el Templo, el anfiteatro o el teatro.
Siguiendo hacia el lado oeste, se encuentran integrados restos arqueológicos hallados durante la excavaciones previas a la construcción del centro. Los carteles informan brevemente de qué son y su cronología. En primer lugar se encuentran los restos del basamento del lado oriental de la plaza que se abría tras la Puerta del Puente en época romana. La plaza se construye entre los años 45 y 54 d.C. como parte de la ampliación de Córdoba, que casi duplicó la extensión de la ciudad y la llevó hasta la orilla del Guadalquivir.
Sigue el recorrido por un estrecho pasillo junto a un largo muro. Se trata de la cimentación de un edificio visigodo, construido entre los siglos VI y VII, que formaba parte del complejo episcopal de San Vicente. La extensión de este gran complejo no se conoce, pero sobre parte de él levantaron los musulmanes su Mezquita mayor.
Terminado el recorrido por el pasillo, encontramos dos depósitos de aceite, con su pavimento original, pertenecientes a un molino romano. Junto a ellos, los sillares de cimentación de un pie de la prensa para las aceitunas. Todo el conjunto data de los siglos I – III d.C. y se completa con una imagen que recrea el aspecto de dicho molino aceitero.
Regresando a la planta baja, podemos seguir nuestra visita en la planta alta. Allí encontraremos información sobre Madinat Qurtuba, la Córdoba andalusí, y el entorno del río Guadalquivir. En concreto, dos pantalla interactivas nos muestran diversas perspectivas históricas del río a través de fotos o grabados antiguos. Entre ellos, el de Guesdon que ya comentamos en este blog.
Un plano en relieve, en el centro de la estancia, nos informa de la ubicación de los equipamientos culturales de Córdoba, y al fondo, tenemos una nueva recreación, esta vez de la Córdoba Califal, a finales del siglo X. Se aprecia perfectamente la gran expansión urbana de ese siglo. Bajo ella, una imagen más pequeña nos informa de los nombres de los espacios mostrados en la imagen (nombre de caminos, almunias, barrios, etc…) así como su correspondencia con el urbanismo actual.
También podemos encontrar en este Centro dos maquetas que muestran el aspecto actual de la zona sur de Córdoba.
En resumen, la visita a este nuevo equipamiento merece la pena, tanto para cordobeses como para viajeros. Para estos, como una muy buena introducción a la historia y urbanismo de Córdoba; para aquellos como una manera de conocer mejor el origen y evolución de nuestra ciudad.
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Historiadora del arte e Intérprete del Patrimonio
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