Ibn Hazm nació en Córdoba en el 994 y murió en Huelva en el 1064. También fue conocido por muchos como Aben Hazam, la castellanización de su nombre. Fue filósofo, poeta, historiador y teólogo. Nació en lo que hoy es el barrio de San Lorenzo. Aunque musulmán, su bisabuelo profesaba la fe cristiana. Se crió rodeado del ambiente de la corte califal ya que su padres gozaban de muy buena posición dentro de la misma. Desde muy joven mostró alto interés en la lectura de poemas, estudios realizados por filósofos y teólogos además de leyes.
Las inestabilidades políticas creadas por la desaparición del califato le obligan a marcharse de Córdoba y aquí es donde comenzara su periplo. Residirá en Almería, durante una temporada en Sevilla también, Zaragoza, Játiva (Valencia), etc. Tras le desaparición del esplendor de Córdoba, Ibn Hazm da un giro a su vida y comienza a dedicarse al estudio de las ciencias jurídicas junto con la teología. Las ideas que él comienza a plantear a partir de aquel momento son de carácter bastante revolucionario, lo que le acarrea conflictos con casi todos los estamentos. Además no ayuda el hecho de que su carácter, tal y como le definen los que lo han estudiado, fuera polémico y apasionado al mismo tiempo.
Se tienen bastantes pocos datos sobre los últimos años de su vida. Del legado que nos dejó, se habla de que escribió unos 80.000 folios de su puño y letra, destaca como la más conocida “El collar de la paloma”. Este era un tratado donde intentaba descubrir la esencia del amor ahondando en la visión que tenían de él diferentes sociedades y épocas históricas. El primer párrafo de este escrito dice así:
“Mi amor por ti, que es eterno por su propia esencia,
ha llegado a su apogeo, y no puede ni menguar ni crecer.
No tiene más causa ni motivo que la voluntad de amar.
¡Dios me libre de que nadie le conozca otro!
Cuando vemos que una cosa tiene su causa en sí misma,
goza de una existencia que no se extingue jamás;
pero si la tiene en algo distinto,
cesara cuando cese la causa de que depende.”
El monumento dedicado a su persona se encuentra en la Puerta Sevilla. Es una escultura de bronce, ubicada en un sencillo pedestal realizado en piedra. El poeta está representado portando un libro, haciendo referencia a la gran labor que hizo escribiendo tratados durante su vida.
Además, hay una fuente delante de la Iglesia de San Lorenzo también dedicada a él.
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