Hoy pasaremos a resumir brevemente la vida de este, entre muchas otras cosas, catedrático, farmacéutico e investigador. Él nacerá en Córdoba en 1885 y fallecerá en Granada en 1958. Se formará en la facultad de Ciencias de Sevilla y en la de Farmacia de Madrid, donde se doctora. A la de 26 años consigue la cátedra de Mineralogía y Zoología de la Universidad de Granada. Esta posteriormente se convertirá en la de Mineralogía y Parasitología. Será en esta última rama donde volcará sus esfuerzos hasta su jubilación.
Además de desarrollar este trabajo, se dedicó a ampliar sus estudios fuera de las fronteras españolas, en lugares como Francia, Austria y Alemania. Entre los años 1927 y 1939 se convertiría en miembro de la comisión internacional de la Parasitología. Después de este lapso de tiempo, regresa a Granada y por todo su trabajo desarrollado hasta la fecha, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas creará en 1942 el Instituto Nacional de Parasitología, a día de hoy el Instituto Lopez-Neyra. Nuestro personaje de hoy fue su director hasta su muerte.
En este instituto, él desarrollaría una amplísima línea de publicaciones. La mayoría de ellas le reportarían los premios dados en vida a los que no pudo resistirse ya que la fuentes históricas cuentan que era un hombre de extrema modestia y que normalmente rehusaba este tipo de honores. Fue miembro numerario de la Real Academia de Medicina de Granada, además de la Ciencias y Bellas Letras de Córdoba, la de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid y Zaragoza o colegiado de Honor en los Colegios Farmacéutico y Veterinario de Córdoba.
En 1956 recibirá el primer premio March de Investigación Científica. No sólo recibió todos estos premios y más si no que además desempeñó cargos tales como el de Decano de la Facultad de Farmacia, Vicerrector de la Universidad y Profesor agregado de Parasitología de la Facultad de Medicina de Granada y del Museo de Ciencias Naturales de Madrid. La obra fundamental de todo su trabajo en este campo es “Helmintos de los Vertebrados Ibéricos”. Esta publicación le granjeó varios premios, entre ellos el Francisco Franco de Ciencias.
Además fundará la “Revista Ibérica de la Parasitología”, recibirá la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X y será nombrado hijo adoptivo de la ciudad de Granada, donde fallecerá. La ciudad de Córdoba ha intentado honrarle a lo largo del tiempo con la creación del I.E.S. Lopez-Neyra y erigiendo una escultura en su memoria. Esta escultura se encuentra en la plaza que también lleva su nombre. El busto fue realizado por el artista Amadeo Ruiz Olmos en 1970.
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