Continuando con la línea de entradas establecida en 2015, voy a seguir hablando de las diferentes esculturas que jalonan los rincones de nuestra ciudad, hablándonos de cordobeses ilustres y de otros personajes no nacidos aquí a los cuales consideramos importantes. Hoy le toca el turno al general Lázaro Cárdenas del Río. El busto dedicado a su persona se encuentra en la calle Córdoba de Veracruz, haciendo referencia a sus orígenes mejicanos.
Lázaro Cárdenas nació en el seno de una familia indígena muy modesta y apenas recibió formación académica. Con 19 años se unirá a la revolución mejicana. A partir de ese momento ascenderá rápidamente en la jerarquía militar. En un plazo de 10 años obtendrá el cargo de general de brigada. En este punto derivara sus esfuerzos hacia la política. Comenzó siendo gobernador de una región de Méjico. Allí puso en liza sus habilidades políticas encaminadas hacia lo social: reparto de tierras y creación de escuelas entre otras iniciativas.
Con 39 años se convierte en ministro del interior y con 41 pasara a ser ministro de la guerra. A la edad de 43 años se convertiría en presidente de México y lo fue durante 6 años. Plutarco Elías Calles había sido siempre su protector y gracias a él consiguió alzarse hasta ese puesto, pero cuando llegó se desvinculó de él tanto que Calles acabo exiliándose a los E.E.U.U. La política de Cárdenas se centró en las ideas de izquierda que le harían tan famoso.
El lema “México para los Mejicanos” resume perfectamente las líneas que siguió durante su mandato: Nacionalización del petróleo que le valió profundas enemistades con la política norteamericana, luchar contra el latifundismo, nacionalización de los ferrocarriles y educación pública laica gratuita y obligatoria entre otras cosas. Su nexo de unión con nuestra ciudad en particular y con España en general fue su disposición para acoger a los refugiados españoles que huían de la España franquista.
Acabados sus seis años como presidente no se desvincularía por completo de la vida política: Promovió la llegada al poder del que sería su sucesor, seria ministro de la guerra al lado de su sucesor en la presidencia de México entre otras muchas acciones. El 18 de marzo de 2003, aprovechando el 65 aniversario de la nacionalización de las compañías petroleras mejicanas, se inauguró en Córdoba el busto que hoy nos ocupa.
No se hizo mención, pero todos tenían en mente el incidente acaecido el 24 de octubre de 1994. Este día se descubrió el que se suponía que sería el busto de Lázaro Cárdenas frente a su hijo, pero en el momento de la inauguración su hijo fue el que se dio cuenta de que la figura no era la de su padre si no la de otro presidente mejicano.
Anécdotas aparte, la inauguración contó con la presencia de Julio Anguita, poco prodigo en los actos de este tipo, pero dijo unas palabras sobre todo debido a su relación de amistad con el único hijo del político mejicano. La comunidad de estudiantes mejicanos en Córdoba, el profesor Eduardo Sevilla y el concejal David Luque entre otras personalidades participaron en el acto de inauguración y en la ofrenda floral posterior.
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