Esta tarde y mañana sábado, en el Gran Teatro de Córdoba, a las 21 horas, se interpreta “La Celestina” de Fernando de Rojas.
Entre el elenco tenemos a los siguientes actores: Gemma Cuervo, Alejandro Arestegui, Olalla Escribano, Juan Calot, Santiago Nogués, Rosa merás, Irene Aguilar, Jordi Soler, Natalia Erice.
Música: Tomás Marco
Dirección: Mariano de Paco Serrano
Precios: de 10 a 24 euros
SINOPSIS
Calisto, un joven noble, apuesto y de preclaro ingenio, penetra persiguiendo a un halcón en la huerta donde se halla Melibea, de quien queda profundamente enamorado. Ante el rechazo de ésta y aconsejado por su criado Sempronio, decide encomendar su cuidado a Celestina, para lograr por medio de ella el amor de Melibea. La alcahueta consigue mediante artimañas que Melibea se enamore de Calisto. Los criados de éste intentan explotar un beneficio propio de la pasión de su amo, el cual había prometido una cadena de oro a Celestina si lograba entre todos enamorar a Melibea. Cuando esto sucede, los criados reclaman su parte y ante la negativa de Celestina, la matan. Son apresados y ejecutados por la justicia, de lo que Calisto tiene noticia al día siguiente. Concierta una entrevista nocturna con Melibea; sube por una escalera de cuerda y cuando va a bajar para marcharse se rompe la escalera y Calisto se mata. Ante la muerte de su amado, Melibea sube a una torre y se arroja desde ella tras declarar las causas del suicidio a su padre. La obra termina con el llanto y unas reflexiones morales de Pleberio, padre de Melibea.
SOBRE LA OBRA (Eduardo Galán)
La Celestina constituye, junto con Don Quijote y Don Juan, uno de los tres grandes mitos universales que ha creado la literatura española. Fernando de Rojas la escribió a finales del siglo XV con la intención de que fuera leída por el público universitario y culto de su época, no para ser representada. La Celestina supone un homenaje a la cuna del castellano, a la explosión literaria de una lengua vernácula medieval que, con esta obra, adquiría la mayoría de edad.
Comedia y tragedia. Personajes populares y personajes cultos. Señores y criados. El fin de la Edad Media y el florecer del Renacimiento. La llegada del mundo urbano, en donde los trabajos deben pagarse. El amor y el dinero como motores del mundo se convierten en protagonistas de La Celestina.
En este nueva versión, he buscado el dinamismo de la acción, el ritmo de los conflictos, la rapidez del paso del tiempo, para reflejar la idea central de la obra: el “carpe diem”, la brevedad de la vida, la necesidad –como dice Celestina a Melibea- “de disfrutar de la juventud antes de que la vejez arruine la belleza”. “¿Cómo no disfruté más del gozo?” se lamenta Melibea al ver morir a su amado Calisto.
Para ello, he procurado que el texto sea representable en menos de dos horas y que los diálogos puedan ser disfrutados por el espectador, intentando reflejar los conflictos de la obra y el rico lenguaje creado por Fernando de Rojas. Para hacerlo posible me he visto obligado a reducir los extensos parlamentos, a recortar las constantes enumeraciones, a suprimir las permanentes citas históricas y literarias, a respetar el léxico de la época, sin incluir modismos actuales, pero haciendo posible la comprensión permanente del texto para el espectador de hoy.
En mi opinión, Celestina es una mujer llena de fuerza y vida, una mujer seductora con su palabra, una mujer con luz propia “que a las piedras movería a la lujuria”, una mujer avara, por supuesto, y hechicera… Creo en su hechizo, como creían los lectores de su tiempo. Celestina es, según el texto “puta, vieja y hechicera” y mucho más, por supuesto.
Y con Celestina, un ridículo Calisto, obsesionado con “poseer” a Melibea al precio que sea, y una Melibea ardiente, enamorada, seducida, conquistada… Una Melibea que acaba suicidándose porque no entiende la vida sin el amor de Calisto.
Con esta versión, en fin, me gustaría acercar la tragicomedia a los públicos más amplios, manteniendo la fidelidad de los eruditos y estudiosos de la obra.
Fuente: Web del Teatro Córdoba.
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