Fuente: Web oficial de turismo de Andalucía.
En esta entrada de blog me gustaría hablarles hoy de la mejor bailaora de flamenco que he visto en mi vida y he tenido la suerte de ver a diario bailar, esa mujer es Inmaculada Aguilar Belmonte, cordobesa de pura cepa nacida en Córdoba y criada en el Campo de la Verdad.
Cuando uno tiene la suerte de verla en el escenario, ve a una cordobesa de verdad, morena, guapísima y con un arte que no se puede aguantar, como se suele decir.
Inmaculada empezó desde muy pequeña, sus cualidades para la danza fueron muy tempranas, comenzando en el Ballet de Maruja Caracuel ingresando más tarde en el Conservatorio, donde se gradúa en Danza Española, compaginando su gran pasión con los estudios, puesto que es licenciada en Historia por la Universidad de Córdoba.
Se ha formado además con artistas de la talla de Pepe Ríos, la Tati, Paco Fernández, Merche Esmeralda o Mario Maya.
Ha obtenido, entre otros, el Premio Fin de Carrera del Conservatorio Superior de Música, Declamación y Danza de Córdoba en 1975, el Premio Nacional de Baile Flamenco Encarnación López “La Argentinita”, dentro del XI Concurso Nacional de Arte Flamenco, en 1985 se convierte en Catedrática de Danza Española de el Conservatorio Superior de Danza de Córdoba e imparte cursos en diversas ciudades españolas y del mundo, así mismo han llegado a venir desde Japón para que ella les diera clase.
Durante toda su carrera como bailaora ha seguido formándose con cursos de perfeccionamiento con maestros como José Granero, Victoria Eugenia o la Toná.
En 1989 recibió el Premio Cabales de Plata a la bailaora más completa, el Ole de Córdoba por su trayectoria artística, en 2006 fue la encargada de dar el pregón inaugural de la Velá de la Fuensanta, ha bailado en teatros y festivales como el Festival de Avignon, Bienal de Sevilla o el Festival de Jerez, tanto en solitario como en colaboración con artistas como El Pele o su gran amigo Manuel Silveria, todo esto es sólo un ápice de su extenso currículum.
Y es que la técnica y la limpieza que tiene en sus movimientos es perfecta, cuando sus zapatos suenan se te eriza la piel, al mismo tiempo que la guitarra flamenca hace que el corazón se te acelere de alegría, sus brazos y manos dibujan en el aire los movimientos más bellos y su rostro expresa el sentir de cada baile.
Lo que más me maravillaba eran las coreografías que nos montaba cada año….como se le podían ocurrir pasos tan bonitos, movimientos tan bien cuadrados con la guitarra?… tiene una capacidad de improvisación y de montaje que es impresionante.
Todavía hoy día recuerdo la falseta más bonita que he visto, y he bailado en mi vida, a compás de bulerías, me sorprendo a mi misma en mi casa tarareándola y bailando algunos pasos, lo que ella es capaz de transmitir se te queda grabado en el corazón y verla trabajando y disfrutando de su gran pasión sin duda se contagia.
Si alguna vez tiene la oportunidad de verla bailar, no la deje escapar, porque le puedo asegurar que el disfrute está garantizado, verá un espectáculo grandioso para los sentidos que se quedará guardado en su memoria y en su corazón.
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