La mezquita de Laborde

Si hace unos días hablábamos de la Córdoba de Guesdon, hoy seguimos con los viajeros franceses del XIX  y su imagen de Córdoba, centrándonos en una de las colecciones de imágenes más antiguas de la Mezquita Catedral.

Se trata de las realizadas por Louis Joseph Alexandre de Laborde, anticuario, político y viajero nacido en París en 1773. Su gusto por lo español le pudo venir, en parte, por su origen, ya que su padre era natural de Jaca. Pero también por su trabajo en la embajada de Madrid en 1800. Esa estancia le permitió conocer España, y años más tarde, regresó para hacer el Voyage pittoresque et historique de l’Espagne –Viaje pintoresco e histórico de España (1806-1820)-,  en la que representaría los monumentos más destacados de este país, distribuidos por épocas:  romana, árabe, gótica y moderna. Como no podía ser de otra manera, en la árabe es donde aparecen las de Córdoba y la Mezquita:

Vista de la Capilla Real. 1820
Fuente: La Mezquita-Catedral de Córdoba en el Voyage de Laborde*

Vista de la nave principal. 1820
La Mezquita-Catedral de Córdoba en el Voyage de Laborde*

Uno de los grandes valores de esta colección de imágenes, especialmente las de interior, es el hecho de que nos permiten contemplar la mezquita antes de las restauraciones llevabas a cabo a partir de la segunda mitad del XIX, obras que nos legaron el edificio que hoy conocemos. Así, se aprecia en las imágenes cómo los arcos están pintados de blanco y los techos -hoy de madera en gran parte del interio- se cubren con bóvedas de cañón, creando una imagen blanca del interior de la mezquita, en lugar de característico rojo y blanco que llegaría a convertirse en seña de identidad de la ciudad.

Pero no todo es cambio. La imagen dedicada al patio de los Naranjos nos lo muestra tal cual lo conocemos, prácticamente sin diferencia.

Vista del jardín de la Mezquita de Córdoba. 1820
Fuente: La Mezquita-Catedral de Córdoba en el Voyage de Laborde*

Estas imágenes, en definitiva, nos permiten conocer un edificio casi diferente al que hoy contemplamos. Siendo así, en cualquier caso, son imágenes -la de ayer y la de hoy- para disfrutar.