El pasado 15 de septiembre describimos, grosso modo, la estancia de la reina Isabel II en Córdoba, con motivo de su viaje por las tierras del sur. Pero ¿cómo era aquella ciudad?
Fernando Cos-Gayón, cronista que recogió dicha visita, la presenta de la siguiente manera:
Córdoba no es ya la ciudad poderosísima que ofreció en otro tiempo seguro asiento al Califado de Occidente , y fué la rival de Bagdad y de Damasco en lo político, y de la Meca en lo religioso, y la Atenas de Occidente en los siglos medios […] y su caserío, considerablemente amenguado, es mucho mayor de lo que necesitaria su poblacion, relativamente exigua, que cruza por sus calles desiertas […] [el viaje de la Reina] ha convertido la soledad en concurso de gentes venidas de cerca y de lejos, y ha hecho surgir de entre las calladas ruinas de lo pasado extraordinaria animacion y movimiento.
Esta ciudad que describe tendría, según menciona, unos 60.000 habitantes. Parece poco, pero si tenemos en cuenta la serie de epidemias y sequías que entre el siglo XVI y el XIX venían asolando la ciudad, no es tan raro. Se tienen constatadas epidemias en: 1506 (unido a malas cosechas); 1535 (unido a sequía); 1580, 1581 y 1582, epidemia de catarro; 1600 a 1602, peste bubónica, donde en un solo día llegaron a morir más de 2.000 personas; 1649 a 1650, nueva epidemia de peste bubónica; 1682, donde casi todas las familias tenían afectados por la peste; 1736, 15.000 personas fallecieron de tabardillo [tifus]; 1785, epidemia de fiebres que asoló algunos barrios de tal manera que se tuvo que cerrar Santa Marina; 1802, 1.500 víctimas de fiebre amarilla.
En estos 100 años, la ciudad ha evolucionado. Hoy, con más de 330.000 habitantes, Córdoba es una ciudad populosa y viva. Algunos rincones han cambiado poco desde aquel viaje. Otros, sin embargo, apenas son reconocibles. Acompañemos pues a Isabel II en su recorrido para ver la Córdoba que ella vio:
Puerta Nueva
Pese a que su nombre parece indicar mayor modernidad, había sido construida en el siglo XVI. Se abrió para comunicar el Campo de San Antón con el barrio de la Magdalena y Santiago. También se llamó Puerta de Alcolea, para conmemorar la Batalla de Alcolea, de la Guerra de la Independencia. Era la entrada a la ciudad desde la antigua Carretera de Madrid, de ahí que fuera la realeza cuando visitaba la ciudad.
Junto a estas líneas tenemos una comparativa, entre la imagen del Campo de San Antón en el siglo XIX y principios del XX y el actual. En ambos, se ve a la derecha el antiguo Convento del Carmen, hoy facultad de Derecho. En la primera se ve también la fuente y el triunfo de San Rafael, costeados ambos por los vecinos. La fuente fue trasladada frente a la Iglesia de los Trinitarios, mientras que el triunfo se movió unos metros más al sur.
La Corredera
En su camino de entrada, atravesó la plaza de la Corredera, cuyo aspecto en poco difería del que vemos actualmente. Y es que el mercado que durante más de 50 años ocupó casi todo el espacio de la plaza no existía todavía.
A mediados del siglo XX el mercado se derribó, aunque no será hasta finales de siglo cuando una restauración recupera el color de sus fachadas, además de poner nuevo pavimiento e iluminación, dándole la imagen que conocemos hoy día.
Ayuntamiento

Fuente: cordobapedia.wikanda.es
Si bien la imagen es de los años 1950, el aspecto del edificio casi 100 años antes debía ser el mismo. Estaba situado unos metros más al sur que ahora, justo en la esquina entre Capitulares y Claudio Marcelo, teniendo en cuenta que cuando la reina pasó por Córdoba, la calle Claudio Marcelo no existía. Este edificio fue derribado, también a mediados del siglo XX, para construir uno nuevo. Durante los trabajos, fueron hallados los restos del templo romano, de ahí que su ubicación se desplazara unos metros al norte, para conservar lo hallado.
Calles Diario Córdoba y San Fernando
La calle de la Feria conserva su aire, y muchos de sus edificios. No obstante, el gran cambio se produjo con los árboles plantados en la primera mitad del siglo XX y el acerado, que ha hecho que la imagen de esta calle sea muy diferente a la que se encontró Isabel II
Palacio Episcopal
El palacio Episcopal, antigua residencia del Obispo de Córdoba, fue donde la reina estuvo hospedada durante su estancia en la ciudad. En aquella época, el seminario de San Pelagio contaba con un saliente en su lado norte, que se unía con dicho palacio a través del conocido como Arco de Guía, un acceso que permitía la comunicación de esta zona con el Campo Santo de los Mártires y Alcázar de los Reyes Cristianos a través de una calle a la que se accedía por este arco. Menos de un año después de la visita de la reina, se produjo un incendio que afectó al ala oriental del Seminario. El Ayuntamiento la expropió y derribó, ampliando así la calle Amador de los Ríos, entonces llamada del Arco de Guía, dándole el aspecto que hoy día conocemos.

Autor: José García Córdoba*

Autor: José María Córdoba*
Es interesante señalar en buen aspecto que muestra la fachada de la Mezquita Catedral en esta imagen, en comparación con otras de época similar o posterior. Quizá se deba a que, como comenta el cronista, las ciudades se remozaban para mostrar sus mejores galas ante sus majestades los reyes. Sea como fuere, es interesante observar que ambas fachadas están encaladas, es decir, como debían estar y no en piedra vista como las apreciamos hoy día.
Jardines de la Victoria

Autor: José María Córdoba*
Los Jardines de la Victoria eran un campo extramuros, donde estaba situado el Convento de la Victoria. Desde el siglo XVIII se concibe el proyecto de acondicionar este campo para recreo de la población.
La Feria de Córdoba se celebraba en este entorno desde 1803, en la zona frente a la Puerta de Gallegos.
La destrucción de esta antigua puerta de muralla se realizó entre 1863 y 1864, es decir, los años siguientes a la visita. Esta quizá, junto a Puerta Nueva, es una de las zonas que más ha cambiado desde aquellos años hasta nuestros días, ya que pasaron de ser límites de ciudad a quedar integradas en el callejero cuando la ciudad creció hacia este y oeste, respectivamente. Además, los jardines de la Victoria corrían paralelos a unas edificaciones de baja altura, que poco a poco fueron destruidos y sustituidos por los modernos bloques de pisos que hoy podemos ver.
La visita de la reina fue intensa en actividades, y visitó muchos otros espacios. No obstante, hemos querido mostrar aquellos que más han cambiado respecto a aquellos años. La Mezquita no la hemos incluido por haberla tratado ya en el artículo La mezquita de Laborde, que retrata la mezquita pocos años antes de la visita de la reina. Capítulo aparte merecería todo el entorno del río, ya que las modificaciones han sido tantas en tan corto espacio de tiempo que es difícil conciliar la imagen que hoy tenemos con la que su Majestad debió apreciar. Esto lo dejamos para otra ocasión, y acabamos aquí este recorrido oficial de Su Majestad, María Isabel Luisa de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, Isabel II de España, también llamada la de los Tristes Destinos o la Reina Castiza.
*José García Córdoba fue un fotógrafo que retrató en 1862 algunos de los lugares que la reina visitó. Las imágenes se publicaron en el libro La Corte en Córdoba de Luis Maraver y Alfaro, conservado en la Biblioteca Municipal de Córdoba. Pueden ver más imágenes en el siguiente vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=XIQ0mCOmV_w
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