Luis de Góngora y Argote nació y murió en Córdoba. Fue un poeta y dramaturgo muy importante dentro del llamado “Siglo de Oro”. Este siglo de oro es una época de España que abarca los siglos XVI y XVII y todos los hechos culturalmente importantes que se produjeron durante este periodo. Dentro de este siglo de oro, Luis de Góngora es el principal exponente de la corriente posteriormente conocida como gongorismo o culteranismo.
Esta corriente se define como la búsqueda de embellecer los textos que ya no tanto por medio de la condensación de conceptos sino más bien por la utilización de elementos sintácticos y un léxico rico y variado. Es educado en Salamanca y acaba convirtiéndose en canónigo de la catedral de Córdoba. Aquí es amonestado por acudir pocas veces al coro, charlar mientras el coro practicaba, además de escribir versos satíricos y acudir a diversiones profanas.
Durante esta época viaja a diferentes ciudades junto con el cabildo. En este momento compone numerosos sonetos y romances. Debe destacarse que en el 1613 se publicara su obra más conocida “Soledades”. Esta hará que obtenga una gran legión de seguidores, pero también de enemigos, entre los que se cuentan a Francisco de Quevedo y a Lope de Vega.
A pesar de toda la fama conseguida, de la riqueza obtenida y de su importancia, muere en el 1627 en Córdoba, de una apoplejía y en la más absoluta de las pobrezas ya que se arruina tratando de conseguir cargos y prebendas para casi todos sus familiares. Dentro de su obra hay que destacar el poema que nos ocupa. Se dice que escribe este poema como respuesta a sus amigos de Córdoba, los cuales le acusan de que ha olvidado sus orígenes ya que pasa largas temporadas sin volver.
El soneto o canto a Córdoba dice así:
Para finalizar, comentar que en la Córdoba actual se pueden apreciar varias huellas del escritor tales como una escultura realizada en su honor. Esta se encuentra delante de la escuela de Bellas artes “Mateo Inurria” y fue realizada en la segunda mitad del siglo XX por el escultor Amadeo Ruiz olmos. Hay una calle de las inmediaciones del bulevar de Gran capitán que lleva su nombre. Por último, sus restos mortales descansan en la capilla de San Bartolomé de la mezquita-catedral de Córdoba. Esta capilla se encuentra a la derecha del espacio delimitado para la maqsura.
Un excelente dramaturgo.
Desde luego excelente !!