No pasarán inadvertidas al visitante las “esquirlas” de monedas de plata expuestas en el museo del Conjunto Arqueológico de Medina Azahara, y aunque no lo parezca, su historia es una de las más curiosas, espero que lleves cambio, porque lo vas a necesitar.

Dirhams documentados en Madinat al-Zahra Fuente: Madinat al-Zahra: Catálogo de la Exposición Permanente
El mundo árabe, como el romano antes que este, regía su emisión de moneda por el valor en peso y pureza de los metales que las conformaban, emitiéndose monedas de cobre, plata y oro; felús, dirham y dinar por su nombre en árabe, no siendo difícil comprender la gran diferencia de valor existente entre unas y otras.
Aunque en al-Andalus se emitieron monedas de los tres tipos, la favorita de la Casa de la Moneda (Dar al-Sikka) fue sin duda alguna el dirham, esto es, la moneda de plata, que quedó favorecida por el bajo valor de las de cobre y por la escasez de oro. Respecto a los felús, se trata de monedas de ínfimo valor raramente acuñadas tras los primeros siglos del Islam, y de las que todavía no hay constancia en la Ciudad Califal, los dinars por otro lado eran la moneda predilecta, resultando curioso la escasa cantidad de dinars que se han constatado: al mismo tiempo que aparecen como medida de la riqueza del estado (los historiadores árabes estimarán la cuantía de los ingresos del califato en base a estos, como hoy lo son los miles de millones de euros), son una moneda prácticamente ausente en los hallazgos arqueológicos, aceptándose hoy día que no se emitían todos los años. ¿La causa? La escasez de oro. Madinat al-Zahra sería la ciudad dorada del Califa, pero la competencia por este metal con los reinos vecinos, limitó en mucho su uso hasta el reinado de Hisham II.
Sin felús ni dinars, nos quedan los dirhams. El dirham, la moneda de plata, sujeta a la voluntad de los jefes de la Ceca, los Ashab al-Sikka, que imprimieron su nombre en ellas, lo que ha permitido realizar un seguimiento basta exhaustivo de los mismos, y de la característica más peculiar de los dirhams cordobeses, su peso.
Parece obvio recordar que en las antiguas monedas el valor de la moneda estaba en la propia moneda, o dicho de otra forma, una moneda de plata pesaba lo que valía… en teoría. Un estudio comparativo de las monedas emitidas por los fatimís del El Cairo y los Omeyas cordobeses tiene una conclusión bastante curiosa: mientras la moneda de fatimí tiene un peso casi constante, el dirham cordobés veía su peso variar de forma dramática desde su mínimo de 2’30 gramos hasta los 3’56: algunos dirhams valían más que otros.
La gente encontró una solución bastante simple. Partir las monedas y pesarlas. Aunque esta ya era una estrategia común ante la gran diferencia de valor entre felus, dirhamns y dinars, la gran cantidad de “esquirlas” de dirhams encontrada en Madinat al-Zahra ilustra la realidad cotidiana, en la que había que recurrir al peso manual del metal sin tener en cuenta la unidad de la moneda.

Fragmentos de dirham documentados en Madinat al-Zahra Fuente: Madinat al-Zahra: Catálogo de la Exposición Permanente
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