En la línea de las entradas anteriores, continuamos hablando de esta serie de retratos que Julio Romero realiza, debido a la fama adquirida gracias al retrato que realiza de la artista “Pastora Imperio”. Hoy hablaremos del que le hace a la actriz francesa Jeanne Roques, también conocida como “Musidora”. Jeanne Roques adquiere este nombre tras protagonizar un espectáculo en Madrid llamado “El día de la Musidora” inspirado a su vez en la novela de Théophile Gautier “Fortunio”. Ella era hija de una pintora que también era una conocida feminista. La artista se crió en un ambiente cultural muy rico. El círculo intelectual que la rodeaba su niñez fue el mismo que le sirvió de ayuda cuando decidió dedicarse al cine y al teatro. También realizó incursiones en el campo de la literatura escribiendo, sobre todo, guiones cinematográficos y teatrales.
Jeanne Roques llega a España en 1921, a la edad de 32 años. En este momento ella ya ha creado su propia productora, con la que incluso ha realizado películas con temática española, demostrando así su interés por nuestro país. Ella viene a España con un contrato de tres meses para actuar en el teatro de la comedia de Madrid. Acaba quedándose 5 años, ya que desde el principio se sintió muy atraída por el ambiente cultural que había en aquel momento en la capital. Es en este momento cuando la actriz y el pintor se conocen. Este encuentro se produce con la intermediación de Enrique Gómez Carrillo, escritor y diplomático guatemalteco amigo de Julio Romero.
El diplomático se había casado en 1919 con la cupletista Raquel Meller en París. En este tiempo conoce también a “La musidora” y es por eso que se la puede presentar al pintor cordobés. Julio Romero hubiera querido pintar también a Raquel, pero, al ser la mujer de su amigo, deja su deseo sin cumplir. El fruto de este encuentro es el retrato más sensual de toda la producción del pintor cordobés. Durante el tiempo que Jeanne Roques posó para él en su estudio de Madrid, se convirtió en un atractivo para todos aquellos que le visitaban.
La composición de este retrato es muy similar al que le hizo a Ana López “Carasucia” conocido como “Musa gitana”. La modelo aparece cubierta de manera muy sensual con un mantón. Su gesto es de tipo indolente al igual que en la pintura citada anteriormente. El principal cambio es la mirada que nos brinda la artista. Julio Romero intentó reflejar en ésta el espíritu del personaje de ficción que lanzó a la fama a “La musidora”, Irma Vamp. Esta era una vampiresa y eso es justo lo que se destila del rostro de Jeanne Roques. La composición se completa con una figura femenina en segundo plano que le ofrece la guitarra en una bandeja.
Este cuadro se expone en una sala de la capital argentina en 1922 junto con muchas otras obras del pintor cordobés. El retrato de “La musidora” es el primero que el artista vende porque, según algunas fuentes, la artista no le convenció nunca como modelo. De hecho, cuando Julio Romero vuelve de esta exposición, todo el mundo le felicita por su éxito a excepción de Jeanne Roques, que no le perdona haberse deshecho con tanta facilidad de su retrato y haber conservado el que le realiza a la sevillana María Palou. María Palou es considerada por algunos como el amor imposible del artista cordobés.
Después de estos cinco años, la artista francesa se vuelve a París. Plasmará su experiencia en España en tres largometrajes: “Une aventure de Musidora en Espagne”, “Soleil et ombre” y “La tierra de los toros”. Dedicó los últimos años de su vida a la recuperación y conservación del patrimonio cinematográfico francés. Muere en 1957.
Artículos anteriores dedicados a las modelos de Julio Romero de Torres:
- “La chiquita piconera”: Mª Teresa López González.
- “Carasucia”: Ana López.
- “la gitana”: Amalia Fernández Heredia (1ª parte)
- “la gitana”: Amalia Fernández Heredia (2ª parte)
- Pastora Imperio
- Encarnacion Lopez “La Argentinita”
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