Hay quien lo considera la muestra más representativa de la arquitectura modernista en Córdoba. Para poder comprenderlo mejor es necesario dar unas pinceladas sobre que es el estilo modernista y la situación histórica de la ciudad en el momento de su construcción.
El modernismo surge a finales del siglo XIX y tiene como insignia la torre Eiffel de Paris. El modernismo viene precedido por el historicismo y el eclecticismo. Este ultimo tenia la función de romper con todo pero no es un estilo duradero. En este momento es cuando el modernismo aparece, teniendo como objetivo permitir que los artistas se expresen con libertad.
El modernismo puede apreciarse en este edificio en varios detalles como el uso del metal para elementos sustentantes como la marquesina de la entrada (la imagen superior).
Ademas se ve en el uso de decoración vegetal y la cantidad de ventanas para darle movimiento y aligerar su volumen y el cuidado de los elementos del interior, en especial el mobiliario como se puede apreciar en la imagen superior.
En este momento, Córdoba se encuentra anclada en el inmovilismo y la permanencia de los elementos clásicos del historicismo. La construcción de este edificio supone un primer cambio camino de la renovación.
El arquitecto que llevo a cabo este edificio fue Adolfo Castiñeira y Boloix (en la imagen superior). El era un arquitecto de origen Cordobés que se forma en la escuela de Bellas artes de San Fernando en Madrid. De vuelta a su ciudad desempeño, entre muchos otros, el cargo de director de la escuela de artes y oficios de Córdoba.
Este palacete es encargado a su realizador por Teofilo Alvarez Cid para ser su residencia privada. El edificio consta de dos plantas y un semisótano. En la actualidad alberga el colegio oficial de arquitectos de Córdoba, además de una sala de exposiciones con la entrada en la calle reyes católicos.
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