El 9 de mayo de 1965 se inauguraba en Córdoba la actual Plaza de Toros junto a la Avenida Gran Vía Parque. Será esta la segunda, y hasta el momento última, plaza monumental de que dispondrá la ciudad. La anterior, la que se ubicaba en la Avenida Ronda de los Tejares, fue demolida allá por 1970 para construir en su sitio el edificio de las desaparecidas “Galerías Preciados”, más tarde reconvertido en “El Corte Inglés”. Pero no fueron las únicas plazas de toros que hubo en Córdoba; veamos cómo en otras épocas se realizaron corridas de toros en distintos puntos de su geografía.
Hasta finales del siglo XVIII, los festejos taurinos se celebraban tanto en la Plaza de la Magdalena, como en Plaza de La Corredera, levantada esta última en 1683, y cuyo callejón oriental mantiene el topónimo de “calle del Toril” que recuerda su etapa taurina. En esta plaza, las corridas fueron muy frecuentes durante todo el siglo XVIII, hasta que en 1789 se levantó una de madera en el Campo de la Merced, por la proximidad de este lugar al matadero municipal, situado al norte de la Torre de la Malmuerta, cerca de San Cayetano; y que fue destruida en 1810. Precisamente, las autoridades francesas de la ciudad durante el periodo napoleónico, ordenaron su demolición para utilizar las vigas de madera, ladrillos, piedra, tejas y todo lo aprovechable para levantar el cementerio de Nuestra Señora de la Salud. Después de la Guerra de la Independencia, el Campo de la Merced volvió a ser el lugar preferido para las corridas de toros, porque en este mismo lugar se volvieron a levantar cosos de madera en 1820 y en 1827, dejando esta última hasta 1831.
A partir de esos años, a mediados del siglo XIX, nació en Córdoba un movimiento ciudadano para construir una nueva plaza de toros más consistente y duradera que las que hasta entonces habían existido. Así pues, en 1845 se presentaba el proyecto de construcción de la nueva plaza por el arquitecto Manuel García del Álamo, que ocuparía un solar en la Huerta de Perea junto a la Ronda de los Tejares. La plaza se inauguró el día 3 de junio de 1846, aunque las obras no concluyeron hasta unos meses después. Su localización influirá considerablemente en el momento de proyectar el trazado de las calles del ensanche en la prolongación del Paseo del Gran Capitán y muy especialmente en el diseño de la línea del ferrocarril y la instalación de la Estación, que se inauguró en 1859.
En su construcción se emplearon materiales de derribos de varios conventos de la ciudad como el Convento del Espíritu Santo, Convento de San Cayetano y Convento de Capuchinos, llegando a tener un aforo de 8.278 espectadores. La gran cantidad de madera vieja usada no dio suficiente seguridad al nuevo coso, que en agosto de 1863, al término de una novillada, se produjo un incendio que la destruyó completamente.
La reconstrucción no se hizo esperar y sólo tres años después, en enero de 1866, era reinaugurada reformada con nuevos materiales, sustituyendo la madera por hierro, y algo más de capacidad con 10.500 espectadores entre tendido, grada cubierta, asientos de barandillas, asientos de antepecho y 85 palcos, y un ruedo de 52 metros de diámetro. El Coso de los Tejares siguió en activo algo más de 100 años porque la última corrida se celebró el 18 de abril de 1965, y durante los siguientes cinco años se dedicó en exclusividad a cine de verano y espectáculos diversos como “El Bombero Torero”. Antes de cesar en su actividad taurina, en 1963 un grupo de cordobeses fundaron una sociedad para promover la construcción de una nueva plaza. Así, que en junio de ese mismo año se iniciaron las obras de la nueva Plaza de Toros en terrenos de la Huerta de la Marquesa junto a la Avenida Gran Vía Parque. Después de dos años, la nueva y actual plaza de 1ª categoría y 16.900 localidades, se inauguró el 9 de mayo de 1965, con una corrida a beneficio de la Asociación Española de Lucha Contra el Cáncer.
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Historiador, Arqueólogo e Intérprete del Patrimonio
Lo he leído, pero no me acuerdo.
Álvaro Torres Arija
Yo me acuerdo.
Pero me queda muy lejanoa plaza de toros de los Tejares.
Me ha gustado el artículo.