Dormitorio Negro

Una vez salvada la Escalera Principal, nos encontramos los sectores occidental y oriental a ambos lados, elegimos el izquierdo, visitaremos la “casa vivida“, como les gusta decir a los conservadores del Palacio de Viana.

La primera estancia que visitaremos será una de las destinadas a hospedar a sus invitados, se trata del Dormitorio Negro, denominado así por la tonalidad oscura de sus muebles, como es el caso del lacado negro con pinturas e incrustaciones de nácar de tradición filipina, predominando, por tanto, el gusto por lo lejano, por lo exótico.

En el techo, una elegante lámpara de opalina rosa ilumina la estancia desde su centro, destaca también una maravillosa alfombra fabricada en la Real Fábrica de Tapices, decorada a base de cresterías y diversos motivos vegetales a juego con cortinas y muebles.

El mobiliario del Dormitorio Negro está compuesto por diecisiete piezas en papier-mâché y madera estilo Napoleón III, del siglo XIX, de las que destaca una Regia Cama con su respectivo dosel, decorada con flores, guirnaldas y paisajes, donde su rica policromía y dorados se funden en los tonos oscuros del fondo. En el testero frontal de la cama podremos apreciar una consola tocador con su palangana, jarro y escupidor en opalina verde. Sobre éste un cuadro con pájaros bordados, obra de Francisca Glanadell. Cuatro pequeños retratos y dos paisajes con nácares completan la decoración pictórica del dormitorio, uno de ellos sería “El artillero laureado“, firmado por Antonio María Esquivel. Bajo éstos destaca la presencia de un sinfonnier.

De todo el rico y estudiado mobiliario del Dormitorio Negro, me gustaría concluir señalando dos piezas que, a nuestro juicio, son de especial interés. La primera de ellas es una pequeña silla isabelina fechada hacia el siglo XIX que, al igual que la cama, es de madera lacada en negro y decorada con motivos dorados, policromos e incrustaciones de nácar. La segunda obra es una butaca realizada en molde con papel prensado o papier-mâché también del siglo XIX; de brazos envolventes, destaca el espléndido paisaje urbano del respaldo. Varios autores citan la posibilidad de que varias de estas obras fuesen realizadas para las grandes exposiciones universales de París o Londres, celebradas durante la segunda mitad del siglo XIX.

Si se pregunta qué hacer en Córdoba, le recomendamos visitar el Palacio de Viana contratando una de nuestras visitas guiadas. Allí dedicaremos un capítulo especial al Dormitorio Negro. Elija hacer turismo de calidad con personal cualificado, no lo dude, ArtenCórdoba es la mejor opción.

Texto: J.A.S.C.