Casa del Indiano

La siguiente parada corresponde a un lugar no tan conocido por los cordobeses, pero del que seguro habrán oído hablar alguna vez. La Casa del Indiano, también conocida como Casa de los Ceas, ya que perteneció durante muchos años a esta familia, cuna de grandes personalidades de la política cordobesa, de los primeros años tras la reconquista de la ciudad.

Se encuentra en la Plaza Ángel de Torres, situada en pleno casco histórico, a escasos metros de la Judería. El nombre por el que conocemos el inmueble viene por uno de los dueños de la casa, Don Juan Cosme Paniagua, quien residió durante muchos años en América, y en su retorno fue conocido con este sobrenombre de “Indiano“, haciéndose extensivo a la casa.

Por desgracia no conocemos cómo estaba configurado el interior de la Casa del Indiano, ya que tan sólo se ha conservado la fachada exterior que, fechada en el siglo XV, representa uno de los más importantes ejemplos de arquitectura civil mudéjar de nuestra ciudad. En la actualidad, la portada da acceso a la conocida como “Calleja del Indiano“, una estrecha callejuela en la que se advierten, a derecha e izquierda, varios portales de viviendas modernas de vecinos.

La fachada de la Casa del Indiano presenta únicamente cuatro vanos, de los que destaca la portada de acceso que, curiosamente, se encuentra desplazada a un lateral, perdiendo cierta importancia dentro del conjunto. Algunos hablan de dintel, otros de arco adintelado, pero lo cierto es que se efectúa un acusado despiece de dovelas, ornamentado con la típica lacería mudéjar y motivos de sebka. Flanqueando el citado despiece de dovelas, y también en las jambas del vano, encontramos hasta cuatro ventanillas cegadas decoradas con arcos polilobulados. El conjunto se halla rematado y, a su vez, flanqueado por tres estrechos y sencillos listones, decorados con motivos geométricos.

A la izquierda de la portada, también en la planta baja, se dispone un ventanal geminado cubierto por arquillos polilobulados que se entrecruzan, creando huecos ciegos enmarcados por finas molduras. Los arcos se apoyan sobre columnillas lisas con basa y capitel corintio. El vano se encuentra enmarcado por placas decoradas con elementos geométricos y, nuevamente, motivos de sebka.

En la segunda planta y en línea con los dos vanos anteriormente citados, se disponen dos ventanales más, de idénticas características, pero en este caso la decoración mudéjar deja paso a un estilo más goticista. Se trata de dos ventanales geminados, donde una balaustrada sirve de base a la columnilla que sustenta dos arcos de medio punto, decorados con arquillos también de medio punto. Entre los baquetones se desarrolla una decoración realizada a base de motivos vegetales y florales.

Ramírez de Arellano apunta la posibilidad de que los baquetoncillos, pertenecientes a los ventanales de la segunda planta, estuvieran en un principio coronados por pináculos, y que éstos desaparecieron cuando restauró el edificio Mateo Inurria a principios de la pasada centuria.

Si desea conocer la Casa del Indiano no dude en contratar alguna de nuestras visitas guiadas. Somos expertos en la interpretación del patrimonio histórico cordobés. Si ha elegido hacer turismo en Córdoba, elija una opción de calidad, elija ArtenCórdoba.

Texto: J.A.S.C.