Plaza de la Compañía

Uno de los lugares más interesante a incluir en esta sección es, sin duda alguna, la Plaza de la Compañía, que debe su nombre a que albergó durante más de dos siglos al colegio, llamado de Santa Catalina, e iglesia de los jesuitas.

A raíz de la expulsión de los jesuitas de la ciudad en el año 1767, debido a las reformas realizadas por el Conde de Aranda en época del Monarca Carlos III, la iglesia pasó a ser parroquia, aglutinando a las de Santo Domingo de Silos, ubicada en frente, y El Salvador, situada entonces en la Calle Alfonso XIII, de ahí que actualmente se le conozca como la Parroquia de El Salvador y Santo Domingo de Silos.

La iglesia presenta el esquema típico de los templos jesuitas, con una planta de una sola nave, en este caso cubierta por bóveda de cañón con lunetos y crucero cubierto por cúpula sobre pechinas. Del interior sería interesante destacar el retablo que decora el Altar Mayor, realizado por Teodosio Sánchez de Rueda, para muchos su obra cumbre, o el Retablo de Nuestra Señora del Socorro, tallado por Alonso Gómez de Sandoval.

La fachada es sobria, elegante, a modo de fortaleza, y alberga una portada a la que se accede, a derecha e izquierda, desde una escalera realizada en piedra. Ésta se compone de un vano adintelado flanqueado por dos pilastras, que se prologan en altura hasta un segundo cuerpo. Corona el acceso el escudo de Castilla y León usado por los Austrias, en hornacina rematada por un frontón circular. A ambos lados, en las pilastras, el escudo de los Fernández de Córdoba, en referencia a la colaboración que prestaron a los religiosos durante su estancia en la ciudad.

Siguiendo la fachada, un poco más adelante, nos topamos con las Reales Escuelas de la Inmaculada, reedificadas a principios del siglo XVIII sobre el antiguo Colegio Jesuita de Santa Catalina. De su sencilla fachada, compuesta de tonos blancos y ocres, apenas resaltan unas ventanas y su portada, coronada por un sencillo frontón circular. Pero lo más destacable de este edificio es una excepcional escalera de corte imperial que alberga en su interior, realizada en mármol negro y rojo, y cubierta por una no menos impactante cúpula sobre pechinas, decoradas con yeserías que dibujan motivos de rocalla.

Cierra la perspectiva de la Plaza de la Compañía la Iglesia del Colegio de Santa Victoria, de corte neoclásico, destaca por su peristilo de columnas estriadas de orden colosal. Sobre sus corintios capiteles se alza un friso sin decoración, ligeramente curvado – la iglesia es de planta circular – que da paso al gran frontón triangular que corona el conjunto y, como decimos, cierra la perspectiva de la plaza en su lado sur. El templo es obra del arquitecto francés Baltasar Devreton, y rematado por Ventura Rodríguez.

Frente a la citada Iglesia de la Compañía se encuentra la antigua y fernandina Iglesia de Santo Domingo de Silos, hoy sede del Archivo Histórico Provincial de Córdoba. Realizada pocos años después de la conquista de la ciudad por Fernando III el Santo. Apenas conserva en buen estado la Capilla de la Concepción, una pequeña joya medieval dentro de un enclave monumental. La torre-campanario, de mediados del siglo XVIII, fue hace varios meses objeto de una profunda restauración; es uno de esos ejemplos pertenecientes al estilo que los estudiosos llaman “barroco de placas“, de uso generalizado en nuestra ciudad durante esos años.

Preside la Plaza de la Compañía un Triunfo de San Rafael, erigido en 1736 a propuesta del jesuita Juan de Santiago. Ramírez de las Casas-Deza lo describió a mediados del siglo XIX con estas palabras: “consta de una grada en que se eleva un pedestal cuadrilátero con recuadros dorados, y en cada uno de ellos una inscripción latina. Sobre él cargan cuatro columnas de mármol blanco en que se asienta el cimacio con una nube que sirve de pedestal a la imagen dorada de San Rafael“. Con el paso de los años se han ido borrando los dorados y las inscripciones que citara Ramírez de las Casas-Deza, y la verja no se conserva tampoco.

Si se pregunta qué visitar en Córdoba, una buena opción sería la Plaza de la Compañía, eligiendo una de nuestras visitas guiadas. Apostar por hacer turismo de calidad es hacerlo por ArtenCórdoba.

Texto: J.A.S.C.