Patio de la Madama

Si en el caso del Patio de las Rejas hablábamos que estaba concebido para ser visto desde el exterior, a modo de ostentación económica y social, en el Patio de la Madama sucede todo lo contrario, está visto para ser contemplado desde la intimidad.

El nombre del Patio de la Madama hace referencia a la náyade de la fuente que, en la mitología griega, era la ninfa del agua dulce. El uso de este tipo de divinidades en jardinería fue muy común en tiempos de Roma, algo lógico por otra parte; pero en el Renacimiento, en en tiempos de la vuelta al gusto por lo clásico, se vuelve a poner de moda.

Para conocer los orígenes de este patio tenemos que remontarnos al siglo XVIII, momento en que la cuarta marquesa de Villaseca, Doña Ana Rafaela Fernández de Mesa acometió varias obras de importancia en el palacio, entre las más destacadas, la incorporación de este mismo patio, o el del Archivo. Aunque no es hasta principios del siglo XX, cuando el segundo marqués de Viana, Don José Saavedra y Salamanca, decide plantar el magnífico círculo de cipreses que envuelve a la citada escultura de la Madama, concluyendo definitivamente el conjunto.

En cuanto a su vegetación, aparte de destacar el ya mencionado círculo de cipreses, no podemos obviar las cuatro grandes y antiquísimas bolas de boj que enmarcan el conjunto, los mandarinos, las buganvillas, los pensamientos… o la dulce fragancia que imprimen los jardines que tapizan los muros.

La planta del Patio de la Madama es cuadrangular y el pavimento está compuesto a base de ladrillos planos. Las ventanas del palacio que dan al patio corresponden al Salón de Tobías en la planta baja y al Dormitorio de la Marquesa en la planta alta.

Como es norma en este edificio, fustes, columnas y demás restos arqueológicos adornan el patio, dotándolo de un sabor y carácter especial. Sin embargo, su arquitectura es muy sencilla, de dos plantas, una primera en la que destacan sus vanos y sus ventanas, sobre ellos, un balcón corrido en ángulo al que dan acceso cuatro puertas. La carpintería, en el bello azul de todo el palacio.

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Texto: J.A.S.C.