Palacio de Viana

Desde el Salón de las Firmas, al que tenemos que retornar, nos dirigimos a la mayor estancia de la planta baja del Palacio de Viana, el conocido como Salón de Tobías.

Las paredes están totalmente cubiertas de pinturas al fresco, que representan historias del libro de Tobías. Este libro, perteneciente al Antiguo Testamento, analiza la presencia de Dios en las relaciones familiares, expresadas en el acompañamiento que el arcángel San Rafael hace a Tobías, un joven lleno de fe que va a buscar esposa, y finalmente se casa con ella tras sortear enormes dificultades, con la ayuda del Ángel enviado por Dios, que no olvidemos se trata del custodio de Córdoba. La serie de pinturas está compuesta por doce composiciones, como es el caso de la “Aparición de San Rafael a Tobías“, todas ellas son anónimas del siglo XVIII, y restauradas en el siglo XIX por León Abadía.

Una de sus amplias ventanas da al bello y romántico Patio de la Madama, la otra a uno de los ángulos del Jardín. Situado en el lado Este del Palacio de Viana, se trata de uno de los salones que reciben una mayor luz natural durante las primeras horas del día. En su día fue el comedor principal de la casa, y el lugar donde los marqueses daban sus recepciones más importantes, como es el caso de la organizada en el año 63, cuando los marqueses invitaron a las más altas autoridades de la ciudad a tomar el té, celebrando así la finalización de las reformas efectuadas en el palacio.

En el centro del Salón de Tobías, pisando una imponente alfombra de la Real Fábrica de Tapices, nos encontramos con una gran mesa de refectorio española, con tablero de roble de una sola pieza. Antiguamente, esta mesa solía encontrase en la contigua Galería de los Arcabuces (no visitable), puesto que el salón se utilizaba muy a menudo para la celebración de actos y reuniones, así como numerosas conciertos de música clásica. En el centro de la mesa se halla un exquisito tibor de fina porcelana de decoración Imari, con aplicaciones en bronce. En peanas de mármol, dos leones de bronce escoltan a esta excelente pieza. Sobre ella, una frondosa lámpara de bronce, con candelabros plateados y dorados.

Los asientos principales del Salón de Tobías son de origen portugués, realizados en el siglo XVIII en cuero ya oscurecido por el paso del tiempo, sin embargo, presentan unos repujados de excepcional calidad. Hacheros y candeleros diversos son distribuidos por las mesas y alrededores.

El salón está cubierto por una gran bóveda encamonada, con una vasta cenefa decorada con guirnaldas y cuernos de la abundancia, molduras y rocalla, con pinjante para la lámpara.

Si se pregunta qué hacer en Córdoba, le recomendamos visitar el Palacio de Viana contratando una de nuestras visitas guiadas. Allí dedicaremos un capítulo especial al Salón de Tobías. Elija hacer turismo de calidad con personal cualificado, no lo dude, ArtenCórdoba es la mejor opción.

Texto: J.A.S.C.