Palacio de Viana

Desde el ya mencionado Patio de la Alberca nos dirigimos al Patio del Pozo. Dos espacios que como ya hemos dicho antes, estaban unidos desde antiguo, y pertenecían a las casas de los condes de Torres Cabrera, antes de que Don Diego Rafael Cabrera y Fernández de Mesa, séptimo marqués de Villaseca y conde de Villanueva de Cárdenas, se hiciera con su propiedad.

A finales del siglo XIX y principios del XX, el Patio del Pozo era conocido como el de la Noria, en alusión a la noria que había antiguamente en el pozo, y que servía para extraer el agua del mismo. Testigos de este hecho son los cuatro cangilones expuestos sobre el pozo a modo de decoración, y que pertenecieron a la citada noria.

Con la llegada de los Viana el patio siguió cumpliendo una función de uso del servicio, perteneciendo al eje Jardineros-Pozo-Alberca. Sería con los terceros Marqueses de Viana, Don Fausto Saavedra y su esposa Dña. Sofía Amelia, cuando comenzaría a decorarse con elementos ornamentales.

Junto al pozo estuvo un día la alberca. En la década de los años 80, cuando el palacio fue abierto al público, ésta fue trasladada a su actual emplazamiento, ya que donde se encontraba dificultaba el correcto deambular de los visitantes.

Pero centrémonos en el verdadero protagonista del conjunto, el pozo. Un pozo con brocal hexagonal totalmente encalado y borde rematado en ladrillos dispuestos de canto, todo rematado por forjado negro. De caudal inagotable, está situado sobre el cauce del Río Colodro. Atiende a fuentes y estanques del palacio, incluso puede suministrar a la vivienda en caso de necesidad. A pesar de los restos arqueológicos, actualmente se baraja la hipótesis de que el pozo se abriera en época romana.

La planta del patio es irregular, ajustándose sus muros a la disposición de las calles, caso de la Calle Zarco, a la que se tiene acceso desde el interior. El pavimento de enchinado cordobés contrasta con blanca cal de sus paredes y el verde de la abundante frondosa vegetación, al igual que los demás patios de la casa.

A la izquierda, adosado a uno de los muros, encontramos un pilón de piedra franca al que vierte agua un mascarón de mármol gris en el que reza: “Año de 1913, Fuente de Doña Leonor“, en alusión a una hermana del último marqués.

El muro de la izquierda se encuentra revestido por lantanas trepadoras, siendo completado el ornato de este patio con buganvillas rojas y moradas, rosales y gran variedad de jazmines. Al igual que en otros patios, no faltan las antiguas orzas, macetas y demás testigos arqueológicos.

Si se pregunta qué visitar en Córdoba, una buena opción sería el Palacio de Viana, eligiendo una de nuestras visitas guiadas. De este modo podrá conocerlo todo sobre el Patio del Pozo. Apostar por hacer turismo de calidad es hacerlo por ArtenCórdoba.

Texto: J.A.S.C.